El Destino


Por Josué I. Hernández

Introducción
Destino:
  • “La idea de que la vida o los aspectos de la vida solo sucederán de una forma sin la posibilidad de un resultado diferente. Esto puede ser percibido como algo fortuito e impersonal o el resultado de la determinación de una deidad” (David Witthoff, Diccionario de Trasfondo Cultural).
  • “Un poder oculto que algunos creen controla y determina todo lo que sucede de tal manera que es imposible prevenir o cambiar las cosas. La Escritura enfatiza tanto la soberanía de Dios como la responsabilidad humana y no da lugar a este concepto pagano. El término es también utilizado en un sentido más suelto, para significar ‘el fin’.” (Martin H. Manser, Diccionario de temas bíblicos).
Filosofía, religión y literatura
  • Filosofía: “El destino (también llamado fátum, hado o sino) es el poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la del libre albedrío o libertad” (José Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía).
  • Religión: “En las culturas occidentales y orientales, la mayoría de las religiones han creído en formas de destino especialmente relacionadas con la predestinación, desde el tao del confucianismo chino, el karma del hinduismo, o la férrea predestinación del calvinismo. Desde un punto de vista religioso, el destino es un plan creado por Dios, por lo que no puede ser modificado de ninguna manera” (Ibíd.).
  • Literatura: “En la fábula grecolatina clásica subyace el principio de que es imposible cambiar la naturaleza de una persona, como tampoco es posible la de un animal o la de una fuerza natural, y por lo tanto el destino está prefijado desde el nacimiento: el orden social es tan irreversible como el natural. Este concepto es especialmente relevante en la tragedia griega, en que el personaje principal o héroe se levanta contra los dioses o contra la sociedad incurriendo en un defecto de carácter…” (Ibíd.).
Extremos:
  • Cada cosa que sucede fue destinada por Dios.
  • A Dios no le importa lo que nos sucede, y no tiene planes para nuestra vida.

Error #1: Cada cosa que sucede fue destinada por Dios
No hay evidencia bíblica para afirmar que cada detalle de nuestra vida depende totalmente de Dios.
  • Si Dios interviniera para cambiar cada consecuencia por lo malo que se hace, ¿dónde quedaría la responsabilidad individual?
  • Si Dios interviniera para que tengamos sin esfuerzo todo lo bueno que necesitamos, ¿dónde quedaría la diligencia y empeño individual?
  • Si alguno elige pararse frente a un tren, y resulta atropellado, ¿fue predestinado para esto? ¿Si pierde el trabajo? ¿Si pierde dinero? ¿Si se resfría?
  • Si yo dijera a mis hijas, “si te portas bien te llevo a ver a los abuelos…”, ¿de quién dependería el ir a ver a los abuelos? ¿Depende absolutamente de mí?
  • Hay libertad de elección, y como resultado hay posibilidad de amar y obedecer a Dios (cf. Gen. 2:15-17; Jn. 14:15).
Libre albedrío:
  • “Potestad de obrar por reflexión y elección” (RAE).
  • “Facultad que posee la voluntad de tomar una decisión en vez de otra” (Larousse).
Nuestra conducta no está predestinada por Dios:
  • Podemos elegir entre el bien y el mal (Deut. 11:26-28; Jos. 24:14,15).
  • Podemos oír y obedecer, o endurecer nuestro corazón (cf. Mat. 13:9-17).
  • Dios invita a todos (Apoc. 22:17).
  • Dios espera la obediencia (Mat. 7:21-23), no pide lo imposible (1 Jn. 5:3).
  • Muchos no quieren (Mat. 23:37; Jn. 5:40).
  • Otros querrán (Jn. 6:44,45; 7:17).
  • Nadie es bueno o malo por accidente (Sal. 1).
¿Por qué le suceden cosas malas a gente buena?
  • Dios permite las maldiciones para bendecir a los que le aman (José, Job, Pablo).
  • Necesitamos las pruebas (Rom. 5:3-5; Stg. 1:2-4)
  • Dios da la salida (Sal. 34:19; 1 Cor. 10:13).

Error #2: A Dios no le importa lo que nos sucede, y no tiene planes para nuestra vida.
Nuestro destino depende de usar bien el libre albedrío que Dios nos ha dado.
  • Cada acción lleva consecuencias (cf. Gal. 6:7).
  • Debemos ordenar nuestra vida (Mat. 6:33).
A Dios le importa lo que nos sucede (cf. 1 Ped. 5:7).
  • Muchas cosas que se hacen, él las aborrece (cf. Mal. 2:16; Mat. 19:6,9).
  • Él no quería que los hermanos odiaran a José.
Dios tiene planes para nuestra vida
  • Una meta amplia para los que le aman (cf. Rom. 8:28; Ef. 1:3-5).
  • Trabajando con nosotros en las pruebas (Fil. 1:6,27,28).
  • Las maldiciones pueden ser nuestras más grandes bendiciones (cf. 2 Cor. 12:7-10).

Conclusión
  • Hay mucho que no entendemos, y hay mucho que sí entendemos.
  • Dios quiere llevarnos al cielo, ¿queremos nosotros?
  • Dios tiene planes para nuestra vida, y están revelados en su palabra, la Biblia.
  • ¿Está usted dejando que Dios obre su divino propósito en su vida?


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