Por Josué I. Hernández
Esdras 7:10
Introducción
- Nosotros deseamos enseñanza bíblica de calidad. Queremos aprender, y queremos buenos maestros, y los buenos maestros siguen el ejemplo de Esdras.
- Pero, ¿qué aprendemos en el ejemplo de Esdras? ¿Es posible aplicar ese ejemplo?
I. Demanda preparación: “Esdras había preparado su corazón”.
- La raíz de la conducta está en el corazón (cf. Jos. 1:8; Sal. 1:1,2)
- “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7).
- Consejos prácticos: 1) Limpiar el corazón (Mar. 7:20-23; 1 Cor. 6:11; 2 Cor. 7:1). 2) Guardar el corazón (Prov. 4:23). 3) Servir al Señor con corazón recto (cf. Heb. 10:22; 1 Cron. 28:9).
II. Demanda enfoque: “para inquirir la Ley de Jehová”.
- Todo buen maestro es primero un buen discípulo (Mat. 28:20; 2 Tim. 2:2; Ef. 4:15; Heb. 5:12).
- Es nuestra responsabilidad escudriñar con un corazón sincero (Jn. 5:39; Hech. 17:11; 1 Cor. 14:29; Ef. 3:4; 5:17).
III. Demanda dedicación: “y para cumplirla”.
- Todo buen maestro practica lo que enseña (cf. Rom. 2:21).
- Debemos hacer arreglos personales primero (Mat. 7:5; Hech. 20:28; 1 Tim. 4:16).
IV. Demanda predicar sin reserva: “y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”.
- Todo buen maestro se ha preparado para enseñar la palabra de Dios. No solo prepara un sermón. Primeramente, ha preparado su vida.
- La enseñanza sin preparación no es efectiva (cf. 1 Tim. 4:12,13,15,16).
- La enseñanza bíblica de calidad involucra todo el consejo de Dios (cf. Hech. 20:27).
Conclusión
- ¿Queremos aprender?
- ¿Queremos brindar enseñanza bíblica de calidad?
- ¿Qué tan dispuestos estamos a corregirnos?