El ministerio de discipulado de Jesús



Por Josué I. Hernández


Mateo 4:18-22


Introducción
  • El ministerio de Jesucristo estuvo basado en la predicación (Mat. 4:17).
  • Pero, su ministerio también estuvo enfocado en discipular, como observamos en nuestro texto.
  • Jesús terminaría su ministerio terrenal mandando a que se hicieran más discípulos (Mat. 28:19,20).

Discípulo
  • El discípulo (gr. “mathetes”) es un aprendiz, es decir, un alumno que sigue la enseñanza de su maestro (gr. “didaskalos”).
  • Aquel que admite su ignorancia y necesidad de un maestro, aceptando las opiniones y autoridad de su profesor.
  • El discípulo está ocupado en el aprendizaje, y su educación consiste en la apropiación o adopción de conocimiento o conducta específica, acorde a un plan conjunto.
  • Se ha dicho que “el discípulo de Cristo es uno que cree en sus doctrinas, descansa en su sacrificio, se impregna de su espíritu, e imita su ejemplo”.
  • Cuando Jesús dijo “Sígueme” (Mat. 4:19), significaba más que seguirlo físicamente.
  • Es interesante notar que la palabra “cristiano” aparece solo 3 veces en el Nuevo Testamento, y la palabra “discípulo” más de 250 veces.

Elementos del discipulado
  • Una relación personal de compromiso con el maestro, y no solamente con los principios que enseña (cf. Jn. 14:6; Jn. 15:4).
  • Una relación de obediencia. Aprender y obedecer al maestro (Ef. 4:20; 1 Ped. 2:21; cf. Luc. 6:46).
  • Una relación de perseverancia en las enseñanzas del maestro (Jn. 8:31,32).
  • Una relación de servicio. El discípulo siempre será un sirviente de su maestro (Mat. 10:24,25).
  • Una relación de lealtad. El discípulo será tratado como lo fue su Señor y Maestro, a veces apreciado, y luego perseguido (Mar. 8:38).

La meta del discípulo
  • Ser como su maestro (Luc. 6:40).
  • Conocer al maestro (Fil. 3:8,10).
  • Llevar la imagen del maestro (cf. Rom. 8:29; 2 Cor. 3:18).

El costo del discipulado
  • Los tres requisitos básicos (Luc. 9:23).
  • Dejarlo todo (cf. Mat. 4:20-22; 19:27).
  • Postergar a la familia (Mat. 10:37; Luc. 14:25,26).
  • Renunciar a todo (Luc. 14:33).

Tres compromisos básicos
  • Permanecer en la palabra de su maestro (Jn. 8:31,32).
  • Amar a sus condiscípulos (Jn. 13:34,35).
  • Llevar mucho fruto (Jn. 15:8).

Conclusión
  • El discípulo verdadero pone a Cristo primero antes que a sí mismo, porque él nos puso a nosotros y nuestro bienestar eterno antes que a sí mismo (Fil. 2:5-11).
  • ¿Es usted un verdadero discípulo? ¿Quiere serlo (Mat. 28:19,20)?


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