Por Josué I. Hernández
Proverbios
31:25-31
- No son pocas las mujeres que anhelan todo, menos ser esposas y madres cuidadosas de su casa (cf. Sal. 127:3; Tito 2:4,5).
- Algunos celebran el llamado “día de la madre” sin apreciar la verdadera maternidad como diseñada por Dios.
- Hermana, cuando cantemos “Yo quiero trabajar por el Señor… en la viña del Señor”, recuerde que su labor en la viña del Señor se proyecta desde su hogar.
- El cuidado, la seguridad, la crianza (Prov. 29:15; 31:27; Ex. 2:1-10; Heb. 11:23; 1 Tim. 5:14).
- La educación en la palabra de Dios (Prov. 1:8,9; 31:26; cf. 2 Tim. 1:5; 3:14,15).
- La devoción a Dios (cf. 1 Sam. 1:9-11).
- La administración del tiempo (cf. Ef. 5:16; Deut. 6:7).
- La administración del dinero (cf. Prov. 22:7; 31:25; Mar. 4:19; 1 Tim. 6:8).
- La administración del hogar (cf. 1 Tim. 5:14; Fil. 2:4,21; Prov. 31:28,29).
- Aprender la palabra de Cristo (cf. Mat. 28:20; 1 Tim. 2:11; 2 Tim. 3:7).
- Perseverar en la oración (cf. Luc. 18:1; Ef. 6:18; Col. 4:2; 1 Tes. 5:17).
- El desarrollo del dominio propio y la paciencia (cf. 1 Cor. 9:25-27; Gal. 5:23; Sant. 1:3; 2 Ped. 1:6).
- Vivir agradecida (1 Tes. 5:18), expresando su gratitud a Dios (cf. 1 Tim. 1:12), y expresando su gratitud a sus hijos (cf. Deut. 4:9; 6:7; Sal. 78:3,4; Mar. 5:19; Heb. 12:28).
- Ser ejemplo para sus hijos (cf. 2 Tim. 1:5; 1 Ped. 3:2; Ez. 16:44).
- La verdadera maternidad no es celebrada, el mundo desprecia a la madre piadosa.
- Sin embargo, los hijos, el marido, y sobre todo, Dios, alaban a la mujer que se ha dedicado a la maternidad: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos” (Prov. 31:28-31).