Por Josué I. Hernández
Isaías 24:1-6
Introducción
- Isaías describió un juicio contra el pueblo por su pecado. Los habitantes contaminaron la tierra, no con basura o gases de efecto invernadero; en cambio, “Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno” (v.5).
- La mayoría no se da cuenta de la seriedad del pecado. Al igual que la contaminación ambiental, el pecado afecta a varios.
I. El pecado afecta a Dios
- Podemos pensar inmediatamente en el pobre pecador, pero debemos entender que en primer lugar el pecado afecta a Dios.
- El pecado es un atentado contra Dios (Gen. 39:9; cf. Sal. 51:4). Sin duda alguna, varios otros se ven afectados, pero Dios es el principal agraviado (cf. 2 Sam. 11:27; 12:9-14). Los pecadores están “destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).
- El pecado impide la comunión con Dios (cf. Is. 59:1,2). Dios quiere tener comunión con el hombre (cf. Gen. 3:8); el pecado impide esto (cf. Ef. 2:2,3; 1 Jn. 1:5,6).
II. El pecado afecta al pecador
- Algunos pecados son privados, otros son públicos, pero todos afectan al que cometió los pecados (cf. 1 Jn. 3:4; Rom. 6:23).
- Un solo pecado es un problema (Sant. 2:10). ¿Recuerda el caso de Cornelio? Un hombre “piadoso” y “temeroso de Dios” que necesitaba el perdón de sus pecados (Hech. 10:2,6; 11:14).
- El pecado endurece el corazón (Heb. 3:12-13), cauteriza la conciencia (1 Tim. 4:2), dificulta el arrepentimiento (cf. 2 Tim. 2:26; Heb. 6:4-6).
- La gravedad del pecado se aprecia en la gravedad del castigo por el pecado (Mat. 13:42; 25:46).
- La gravedad del pecado se aprecia en la obra de Cristo (cf. Mat. 26:28; 1 Ped. 1:18,19).
III. El pecado afecta a aquel contra quien se pecó
- El pecado deja engañados, ofendidos, agraviados, defraudados (cf. Ef. 4:25-32; 1 Tes. 4:6-8; Tito 3:1,2).
- Estos pecados son una violación del mandamiento de amar y hacer el bien (cf. Rom. 13:8-10; Gal. 6:10).
IV. El pecado afecta a los testigos de él
- Los testigos del pecado son impactados negativamente (ej. 2 Rey. 24:3,4; Jer. 15:4; cf. Mat. 5:16; Tito 2:8).
- El pecado causa tropiezos (cf. Luc. 17:1; 2 Cor. 6:3).
- El pecado fortalece al impío (cf. Ez. 13:22; Rom. 1:32).
- El pecado anima a los murmuradores (1 Ped. 2:12).
V. El pecado afecta a la iglesia local
- La iglesia local sufre golpe y vergüenza por el pecado (cf. 1 Cor. 5:1).
- La iglesia local es leudada por el pecado de unos pocos (1 Cor. 5:6).
- La iglesia local pierde influencia por el pecado (cf. Rom. 2:21-24). Recordemos, los enemigos de Dios quieren hallar errores (cf. Hech. 28:22; 1 Ped 2:12; 3:16).
Conclusión
- El pecado no debe tomarse a la ligera. El pecado es grave.
- Muchos han sido afectados por el pecado.
- Hoy es día de salvación.