El mandamiento de apartarse


Por Josué I. Hernández

2 Tesalonicenses 3:6-15


Introducción
Al final de su epístola a los tesalonicenses, Pablo tomó tiempo para indicar un encargo grave.
  • Apartarse de todo hermano que ande desordenadamente, y no conforme a la tradición recibida de los apóstoles (2 Tes. 3:6,14; cf. 2 Tes. 2:15).
  • La gravedad de la acusación se ve en que Pablo invoca el nombre de Jesús (2 Tes. 3:6). Este no es un detalle insignificante. Otro ejemplo se encuentra en 1 Corintios 1:10.
¿Cuáles son las circunstancias de la iglesia en Tesalónica que provocaron una acción como esta?
  • Algunos habían dejado de trabajar y se habían vuelto entrometidos (2 Tes. 3:11,12).
  • Contrariamente al propio ejemplo de Pablo, y la doctrina enseñada por él (2 Tes. 3:7-10; cf. 1 Tes. 4:11,12).
  • Es posible que el entusiasmo por la venida del Señor motivó a que dejaran de trabajar, la excusa perfecta que motivó su desorden.
Este encargo de apartarse de los desordenados pertenece al tema de la disciplina en la iglesia local.
  • Cómo las iglesias deben disciplinar a los rebeldes.
  • Un tema poco discutido, y aún más, poco aplicado.

I. La autoridad del mandamiento
Jesucristo lo exige
  • En el caso de un hermano que peca contra otro y rehúsa arrepentirse (Mat. 18:15-17).
  • Cristo dijo, “y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos” (LBLA). Una indicación extraída de las relaciones sociales de la época. Los judíos no tenían trato social con los gentiles, ni con recaudadores de impuestos, lo cual indica el dejar toda asociación con un hermano que se niega a arrepentirse.
Los apóstoles lo demandan
  • El mandamiento a los romanos (Rom. 16:17,18).
  • El mandamiento a la iglesia en Corinto (1 Cor. 5:1-13).
  • El mandamiento a la iglesia en Tesalónica (2 Tes. 3:6-15).
  • El mandamiento de Juan a la señora elegida y a sus hijos (2 Jn. 9-11).

II. El propósito del mandamiento
Salvar almas
  • El que peca voluntariamente está en una condición de perdición (Heb. 10:26-31).
  • Con la disciplina se procura avergonzarle para que vea su necesidad de arrepentimiento (2 Tes. 3:14).
  • Toda la iglesia participa en entregar al rebelde a Satanás (1 Cor. 5:5).
  • Importante: 1) Este es un acto formal y público, cuando la iglesia se ha reunido, “En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo… Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros” (1 Cor. 5:4,13).  2) Vea los buenos propósitos: Pablo dijo “para destrucción de la carne”, es decir, para que muera la carnalidad o mundanería del rebelde. Pablo también dijo que está en juego la pureza de la iglesia (2 Cor. 5:6-8).
  • Una iglesia que no disciplina a los pecadores será contaminada por su pecado (cf. Apoc. 2:14-16).
Para la buena reputación del Señor, su doctrina, y su iglesia.
  • El caso de Ananías y Safira ilustra la gravedad con la cual Dios contempla el pecado en una iglesia local (Hech. 5:1-10).
  • El resultado de la disciplina fue temor y aprecio, lo cual produjo avance para la verdad, “Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas… mas el pueblo los alababa grandemente” (Hech. 5:11,13).
  • Piense en lo siguiente: 1) El mundo no tomará en serio el llamado del evangelio si la iglesia no trata adecuadamente con el pecado entre sus miembros.  2) Cuando la iglesia se aparta de los desordenados, quienes se han negado a arrepentirse, Dios es glorificado y Satanás es humillado (cf. Rom. 16:20).  3) Cuando la iglesia se niega a corregir el pecado y disciplinar a los infieles, la reputación de la iglesia sufrirá pérdida, y será leudada.  4) Cuando almas deciden vivir en santidad, ¿dónde pondrán su membresía? ¿En una iglesia desordenada que no corrige el pecado o en una iglesia ordenada donde Dios es glorificado? Si de veras quieren vivir en santidad en la espera de Cristo, no querrán ser miembros de una iglesia que motiva el desorden, o que tolera y comulga con el pecado.

Conclusión
No podemos ignorar el tema de la disciplina en la iglesia local.
  • Es mandamiento del Señor.
  • Es para salvación.
  • Es para la gloria de Dios.
  • Es para la buena reputación de la doctrina y de la iglesia local.
La disciplina es un acto de amor
  • No es un acto de despecho, resentimiento o venganza.
  • No hay acto tan amoroso cuando Dios requiere su ejecución (2 Tes. 3:15).
  • Este mandamiento supone que existen condiciones que permiten obedecerlo.
  • Hay compañerismo que retirar, es decir, hay asociación que desaparece al apartarnos del desordenado.
  • Es decir, el desordenado podrá sentir el dolor de perder el compañerismo de los miembros de la iglesia.
 

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