Por Josué I. Hernández
Introducción
- El estudio de los demonios es un estudio fascinante y desafiante. Sin duda alguna, es un tema controvertido impregnado de muchas suposiciones y especulación.
- Abundan las supuestas apariciones de entidades míticas tales como la llorona, la siguanaba, etc., y no son pocos los que afirman tales cosas.
- Tenemos en las sagradas Escrituras la única información verídica acerca de los demonios, debido a lo cual, toda creencia o afirmación ha de ser examinada en base a la revelación de Dios en la Biblia.
- La Biblia nos enseña que los demonios son entidades espirituales que poseyeron y afligieron a seres humanos en el primer siglo.
- No somos testigos de los fenómenos que involucraron la acción de los demonios durante el ministerio público de Cristo, y luego, durante el ministerio de sus apóstoles.
- La revelación respecto a los demonios es acotada, y no extensiva ni sistemática (Deut. 29:29; 1 Cor. 4:6; 1 Ped. 4:11).
- La Biblia revela que hay muchos demonios, pero un solo diablo (cf. Jn. 8:44; Sant. 4:7; 1 Ped. 5:8).
- Debemos vencer la tentación de llenar el “vacío” de información con especulaciones y afirmaciones que van allá de lo revelado o que contradicen lo revelado.
II. El origen de los demonios
1) Los espíritus de los difuntos antes de Adán.
- Seres humanos ya difuntos, que habitaron la tierra antes de Adán, en el período “brecha” ubicado entre los versículos 1 y 2 del capítulo 1 del Génesis.
- El problema con esta teoría es que antes de Adán no hubo seres humanos, Adán es “el primer hombre” (1 Cor. 15:45).
2) Los hijos de ángeles y mujeres del período antediluviano (Gen. 6:1-4).
- Sin embargo, el contexto indica a los descendientes de Caín (Gen. 4:1-26) y a los descendientes de Set (Gen. 5:1-32).
- Luego, en Génesis 6:1-4 se describe la unión entre estas dos familias. La palabra “ángeles” no se encuentra en el texto en cuestión. Los versículos 3 y 5 mencionan la iniquidad de los seres humanos, no de ángeles lujuriosos.
- Los “hijos de Dios” son los descendientes de Set (Gen. 4:26). Por último, recuérdese que Cristo dijo que los ángeles son seres sin sexo, incapaces de tales uniones e inclinaciones (cf. Mat. 22:30).
- Simplemente, no hay evidencia de que Dios autorice el descenso de ángeles en forma de varón para copular con mujeres, o de que ángeles lo hubiesen hecho en un acto de desobediencia.
3) Los espíritus de difuntos malvados a quienes Dios permitió que salieran del Hades para morar en algunas personas.
- Se requiere mucha imaginación para creer esto.
- Las fuentes extrabíblicas que mencionan esta creencia no constituyen evidencia.
- Cuando alguno muere su espíritu parte de este mundo (cf. Ecles. 12:7; Luc. 16:19-31).
4) Los ángeles caídos a quienes se les permitió hacer mal para cumplir un aspecto del plan divino, demostrándose la deidad de Jesucristo y la gloria de su palabra.
- Esta afirmación permanece en armonía con la información bíblica.
- La Biblia implica elocuentemente que los demonios son ángeles malos bajo el mando de Satanás (cf. Mat. 9:34; 25:41; Apoc. 12:7).
Conclusión
- Los demonios cayeron por elección personal, y no hay oportunidad de salvación para ellos (2 Ped. 2:4; Jud. 1:6).
- Actualmente están en guerra contra el pueblo de Dios (Ef. 6:12) mediante doctrinas del error (cf. 1 Tim. 4:1; Col. 2:8).
- No hay evidencia bíblica que indique que los demonios tomaron alguna vez forma humana, y que se aparecían por las noches con el fin de asustar.