Por Josué I. Hernández
- Así como en el Génesis aprendemos de cómo los cielos y la tierra comienzan su existencia, el Génesis también revela el comienzo del pecado.
- Adán, Eva, la serpiente, el jardín del Edén, etc., no son elementos de un cuento para niños.
- Satanás, en el Edén, manifestó cierto comportamiento que nos dice mucho de su persona y de sus métodos.
I. Satanás cuestiona la palabra de Dios
- “¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?” (Gen. 3:1, JER).
- Eva no citó las instrucciones de Dios con exactitud (cf. Gen. 3:2,3; 2:16,17), y Satanás se aprovechó de esto, aprovechando el espacio.
- Satanás despierta la curiosidad, y tienta mediante lo prohibido.
- Satanás usa nuestra falta de comprensión contra nosotros mismos, y presenta la palabra de Dios de la manera más negativa posible.
- La palabra de Dios es estable y fija (cf. Sal. 119:89; Mat. 24:35; 1 Ped. 1:25), pero Satanás quiere que pensemos que es inestable y flexible.
II. Satanás minimiza las consecuencias del pecado
- “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis” (Gen. 3:4).
- Si no hay consecuencias, podemos hacer lo que queramos (1 Cor. 15:32), pero esto es un engaño (cf. Gal. 6:7).
- Las consecuencias del pecado los alcanzaron (Gen. 3:24; 3:16-19; cf. Num. 32:23).
- Cada elección que hacemos tiene un costo asociado. Satanás quiere que ignoremos esto.
III. Satanás presenta el pecado como algo beneficioso
- “serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Gen. 3:5).
- Somos tentados a pecar por lo que supuestamente se “ganará” con el pecado (1 Jn. 2:16), pero este deleite por el pecado es algo temporal (1 Jn. 2:17; cf. Heb. 11:25; 3:13).
- Satanás presenta a Dios como alguien que nos quiere quitar estos “beneficios”, como un tirano que nos quiere privar de cosas buenas, “sabe Dios” (Gen. 3:5).
IV. Satanás nunca podrá vencer a Dios
- Su destino fue predicho (Gen. 3:14,15).
- Parecía que Satanás había vencido, pero Jesús destruyó el poder de Satanás (Mat. 12:29; 1 Cor. 15:57; Heb. 2:14,15; cf. Col. 2:15).
Aplicaciones
- Satanás cuestiona la palabra de Dios, por lo tanto, necesitamos tener la palabra de Dios grabada en nuestro corazón (Sal. 119:11; cf. Jos. 1:8; Sal. 1:2; Prov. 3:3; Col. 3:16).
- Satanás minimiza las consecuencias del pecado, por lo tanto, debemos recordar que todo pecado tendrá graves consecuencias (Cf. Is. 59:1,2; Rom. 6:23; Gal. 6:7; Heb. 12:15-17).
- Satanás presenta el pecado como algo beneficioso, por lo tanto, debemos recordar que los deleites que el pecado pudiese proporcionar serán temporales (Heb. 11:25).
- Satanás nunca podrá vencer a Dios, por lo tanto, debemos quedarnos del lado vencedor (Mat. 28:18; Col. 1:13; 3:17,23; Apoc. 20:10-15; 21:27; 22:14,19).
Conclusión
- Nuestro Señor Jesucristo desenmascara a Satanás de la siguiente forma, “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Jn. 8:44).
- Satanás no quiere ayudarnos a mejorar nuestras vidas, pero quiere engañarnos para que pensemos así.
- Necesitamos aferrarnos a la palabra de Dios, y reconocer las consecuencias del pecado, y reconocer cuán bueno y amoroso es nuestro Dios.