Por Josué I. Hernández
Lucas 23:43
Introducción
- Fue en la cruz donde Cristo pronunció aquella palabra de salvación: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
- Cristo estaba muriendo, pero le importaba la salvación del hombre (cf. 1 Jn. 4:8-11). 1) Vio el arrepentimiento (Jn. 2:25; 21:17), y perdonó el pecado. 2) Para nosotros, Cristo ha dejado claras instrucciones de cómo ser salvos (Mar. 16:16; Hech. 2:37,38). 3) ¿Dudaría el ladrón de obedecer el evangelio ahora mismo (Hech. 8:36-38)?
- ¿A dónde fue Cristo cuando murió? Opciones: 1) Materialistas: No fue a ningún lado, dejó de existir. 2) Posición común: Fue a buscar a todos los santos muertos y se los llevó al cielo, y luego bajó del cielo para resucitar, para luego volver al cielo. 3) La verdad: Fue al paraíso para luego resucitar al tercer día (cf. Luc. 23:43; Hech. 2:24-32), y luego de esto ascendió al cielo (Hech. 1:9-11).
- Del Antiguo Testamento aprendemos que luego de la muerte física, continúa la existencia consciente del difunto (cf. Prov. 5:11-14):
- Faraón lo experimentaría (Ez. 32:21).
- Moisés registró esta implicación (Luc. 20:37,38).
I. ¿Qué es la muerte?
“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Stgo. 2:26).
- Es la separación del espíritu y el cuerpo (cf. Gen. 35:18).
- El abandono del cuerpo (Hech. 9:36-43).
- Un éxodo a otro lugar (2 Ped. 1:15).
- La partida, al consuelo o al tormento (Luc. 16:1-31).
- El sello del destino (Jn. 5:28-29).
LA MUERTE ES UNA SEPARACIÓN (LA VIDA ES UNA “UNIÓN”).
- Muerte física: Separación del espíritu y el cuerpo (Stgo. 2:26).
- Muerte espiritual: Separación del hombre y Dios (Ef. 2:1, 5; Is. 59:1-2).
- Muerte eterna: Separación eterna del hombre y Dios (Apoc. 20:15; 21:8).
II. El infierno no es la tumba
“Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed” (Luc. 12:4,5).
- ¿Qué nos puede hacer el hombre?
- ¿Qué nos puede hacer Dios?
- ¿Qué es “matar el cuerpo”?
- ¿Qué indica la palabra “después”?
Entonces:
- Quitar la vida (matar el cuerpo) es algo que los hombres nos pueden hacer. Pero, después de esto, Dios tiene poder de hacer algo más, algo adicional.
- El infierno no es la muerte física.
- El infierno no es la tumba.
- El infierno es algo que debemos temer después del día final (Mat. 25:46).
- Solamente el cuerpo muere cuando nos matan. Los hombres no pueden tocar el espíritu, nuestra persona interior.
III. El Hades: El lugar intermedio entre la muerte y la resurrección
¿A dónde fue Cristo al morir?
- Al paraíso (Luc. 23:43,46), es decir, al seno de Abraham (Luc. 16:22).
- Al cielo fue después de su resurrección (Jn. 20:17; Hech. 2:34).
- Nadie entrará al cielo sin cuerpo glorificado (1 Cor. 15:44,51-53; 2 Cor.5:4)
Al morir todos iremos al Hades (cf. Apoc. 6:8).
- Los justos al paraíso (cf. Fil. 1:23).
- Los injustos al Tártaro (cf. Luc. 16:23).
- La muerte habrá sellado nuestro destino elegido (cf. Jn. 5:28,29).