“Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre”


Por Josué I. Hernández


Filemón 15


Introducción
Una de las cosas que aprendemos del apóstol Pablo en su epístola a Filemón es su confianza en la providencia de Dios:
  • Hay oportunidad para cada persona en los planes de Dios.
  • Dios puede tomar algo malo para buenos propósitos.
  • Debemos obedecer la verdad.
  • Cada uno debe hacer su parte.
Filemón debía reconocer los propósitos de Dios en su providencia (v.15). Pero, ¿los reconocemos nosotros?


“Porque quizás”
  • La providencia de Dios (su intervención en los asuntos humanos) es un hecho ampliamente atestiguado por las Escrituras (cf. Gen. 45:5,7; Rut 2:3; 2 Cron. 11:4; Rom. 1:24,28; 2 Tes. 2:11).
  • Los medios y propósitos de la divina providencia están velados a nuestra mente.
  • Debido a lo anterior, Pablo dijo “quizás”, es decir, “probablemente” (cf. Est. 4:14).
  • La justicia de Dios demandaba que Pablo devolviera a Onésimo, que Onésimo se conformara al plan de Dios, y que Filemón le recibiera como a Pablo mismo.

“para esto se apartó de ti”
Una traducción literal, “él fué apartado de ti…” (VM). “fué alejado…” (NT Besson).
Consideraciones:
  • Onésimo era responsable de sus acciones (v.11,18), pero ése no es el punto aquí.
  • Pablo no se enfoca en lo que hizo Onésimo, sino en lo que le sucedió. No se enfoca en la responsabilidad de Onésimo, sino en lo que hizo Dios con él.

“por algún tiempo”

  • “un breve tiempo…” (VM). “por un momento…” (NT Besson).
  • El texto griego dice “hora”, es decir un momento breve (cf. 2 Cor. 7:8; Gal. 2:5).

“para que le recibieses para siempre”
Dos opciones:
  • “para que volvieses a tenerle siempre” (VM), en contraste con su ausencia.
  • “para que volvieses a tenerle siempre” (VM), en consideración de la eternidad, es decir, “como hermano amado” (v.16).

Conclusión

  • El fin no justifica los medios (cf. Gen. 19:31,32; Rom. 3:8).
  • El propósito eterno de Dios se cumple en las vidas de los que hacen su voluntad.
  • A pesar de no distinguir la divina providencia, debemos proceder de acuerdo con lo que sabemos de la revelada voluntad de Dios.



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