La nueva vida en Cristo


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • El pecado sigue engañando con deleites temporales (He. 3:13; 11:25).
  • La mayoría busca satisfacción en lo material y sensual (Luc. 8:14; 12:13-21; 21:34-36).
  • El escritor estadounidense Mark Twain, un ateo, escribió: “Un grupo de hombres nace. Trabajan y sudan para obtener el pan, disputando, discutiendo y luchando para ganar ventajas sobre su prójimo. Los años pasan… Sus seres queridos les son quitados y la alegría se convierte en dolor. La carga del dolor, de la preocupación y la miseria se vuelve más y más pesada… mueren la ambición, el orgullo y la vanidad. Por último, llega la muerte. Estos hombres no fueron importantes a los ojos del mundo, ni tuvieron propósito en la vida. No llevaron a cabo nada, sino que fueron fracasados… El mundo les lleva luto por un día y luego se olvida de ellos para siempre. Luego nace otro grupo y toma el lugar del anterior, imitando sus hechos, siguiendo el mismo camino inútil y desvaneciéndose de igual forma… Sigue generación tras generación, cada una logrando lo que logró el grupo anterior, NADA”.
  • Cristo vino a darnos vida abundante (Jn. 10:10; Rom. 6:4; 15:13; Ef. 2:1,5; Col. 2:12; 3:1,2).

I. Jesús corrige
  • El impulso general es la gratificación inmediata (cf. He. 12:16; Gen. 25:27-34).
  • Cristo corrige los conceptos erróneos (ej. Mar. 7:21-23; Luc. 6:25,26; 12:15; Jn. 6:35).

II. Jesús soluciona
  • La obediencia a Cristo provee verdadera alegría (1 Ped. 3:10,11; cf. 1 Jn. 5:3).
  • El ejemplo de Cristo es la pauta que necesitamos (1 Ped. 2:21,22; cf. 1 Cor. 11:1).
  • La vida cristiana es una vida sin temor, sin culpabilidad, y sin la inquietud que proviene del pecado (Fil. 4:7; 1 Jn. 3:4).

III. Jesús enseña
  • Una meta superior (Mat. 6:19,20; 6:33).
  • Un compañerismo superior (Rom. 15:6; Fil. 1:27).
  • El gozo de dar “…Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hch. 20:35; cf. 2 Cor. 8:1-5; Ef. 4:28).
  • La grandeza de servir (Mat. 20:26-28; 2 Cor. 12:15; cf. Sant. 1:27).

IV. ¿Cómo lo hace Jesús?
  • Tal vez, nunca entendamos todos los métodos que Dios utiliza para cumplir sus promesas. No obstante, podemos entender que Dios nos bendice cuando obedecemos sus mandamientos (Sal. 19:7-11; Jn. 6:63; Col. 2:6,10).
  • Jesús nos exige lo que es bueno y nos prohíbe lo que nos hace daño. 1) Nuestra salud está mejor cuando obedecemos a Jesús. 2) Andamos mejor económicamente porque trabajamos mejor y no tenemos que pagar los gastos del pecado. 3) Nuestra vida familiar es mejor porque aprendemos a pensar primeramente en los otros. 4) Aunque enfrentamos problemas, lo hacemos con Dios a nuestro lado (Sal. 46:1-3; Jn. 14:27; He. 13:6), iluminados con las enseñanzas de Jesús (Mt. 4:16; Jn. 1:9; 8:12) y con la esperanza de la vida eterna (Jn. 5:28,29).

Conclusión
  • La Biblia describe lo que le sucede a una sociedad que rechaza a Dios (Rom. 1:28-32).
  • Nuestra sociedad se vuelve cada día más incrédula, y nos estamos acercando a la sociedad grecorromana descrita por Pablo (cf. 2 Tim. 3:1-5).
  • El materialismo y la sensualidad nos quitan la comunión con Cristo y nos dejan vacíos y decepcionados.



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