Gozo y esfuerzo diligente (Ecles. 9:7-10)


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • Hay una actitud errada en todos los que rechazan, o usan de mala gana, los dones y oportunidades dados por Dios. Con esta actitud equivocada, cada placer establecido por Dios, para el disfrute y alegría del hombre, es negado y menospreciado, al punto que muchos han tenido una existencia infeliz y aún miserable fingiendo la piedad.
  • Este pasaje de las Escrituras proclama la libertad a los creyentes, para que tomen las buenas dádivas de Dios y las disfruten de manera correcta en el gozo del contentamiento.
  • En fin, la manera en que vivimos es un asunto espiritual.

I. El gozo, un don de Dios (9:7-9).
Su motivo: “porque tus obras ya son agradables a Dios”.
  • Este gozo lo experimentan todos los que ordenaron sus vidas (Mat. 6:33).
  • Este gozo se encuentra en Cristo (Fil. 4:4).
  • Este gozo no se compra con dinero (1 Tim. 6:6-8).
  • Este gozo no depende de las circunstancias (Fil. 4:11-13).
  • Este gozo depende de la relación con el Señor (Mat. 5:1-12).
Consejos anteriores (2:24-26; 3:12,13,22; 5:18-20).
  • La urgente exhortación: “Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón…” (9:7).
  • “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (Sal.118:24).
Consecuencias del gozo: “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza” (9:8).
  • Ropa blanca y aceite para hacer más agradable la vida en el clima seco.
  • Así también nosotros, cuidadosos no tan sólo de la higiene personal, sino también de todos los arreglos que nos permitan disfrutar de la vida que Dios nos da.
  • Jamás maltrataremos nuestra existencia por exaltar la negligencia.
El matrimonio, una fuente gozo y ayuda para enfrentar las frustraciones de la vida: “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol” (9:9).

II. Trabajo diligente, a pesar de la falta de pleno entendimiento (9:10).
Consejo divino para vivir siempre con gozo (trabajar diligentemente):
  • “Todo”: La totalidad, cada una de sus partes.
  • “lo que te viniere”: La oportunidad, “Todo cuanto hallare que hacer tu mano” (VM).
  • “a la mano”: Fuerza y habilidad.
  • “para hacer”: La responsabilidad.
  • “hazlo según tus fuerzas”: La diligencia perseverante conforme a la capacidad.
Nuestra vida debe manifestar:
  • Actividad enérgica: “según tus fuerzas”.
  • Obras: “trabajo” (RV 1960). “industria” (RV 1909). “propósito” (LBLA). “empresa” (VM).
  • Información: “ciencia”.
  • Destreza: “sabiduría”.
Las oportunidades que Dios nos proporciona deben ser aprovechadas conforme a la capacidad que él nos dio.
  • “Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno” (Ecles. 11:6).
  • “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Col. 3:23).
  • “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Rom. 12:11).

Conclusión
  • Debemos aprender a vivir nuestra vida tal como es, día a día, buscando el reino de Dios primeramente (Mat. 6:33). A su vez, debemos vivir manifestando el gozo y el esfuerzo diligente, como una expresión de humilde gratitud a nuestro Dios Todopoderoso (Col. 3:23).
  • Cada oportunidad que Dios nos da debemos aprovecharla con toda nuestra capacidad para serle agradables.
  • El gozo del Señor usted lo puede disfrutar ahora mismo, hoy es su oportunidad.



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