Por Josué I. Hernández
- ¿Alguna vez has tratado de imaginarte viviendo en el primer siglo? Pensemos juntos sobre esto, y enfoquémonos en la disciplina que toda iglesia de Cristo practicó.
- Las iglesias del primer siglo practicaron la disciplina para purificarse a sí mismas (1 Cor. 5:6,7), y como recurso para salvar el alma de un hermano perdido (1 Cor. 5:5; 2 Tes. 3:14).
- Esta disciplina era un “castigo” (texto griego, 2 Cor. 5:6).
I. Hubo disciplina cuando un hermano pecó contra otro
- El proceso fue sencillo (Mat. 18:14,15). La meta, “has ganado a tu hermano” (cf. Mat. 18:15; cf. Mat. 5:24).
- Si había complicaciones, los pasos eran sencillos de entender y aplicar (Mat. 18:16,17).
- Si hubieses vivido en el primer siglo, ¿procurarías la reconciliación entre hermanos o mirarías a otro lado (cf. Flm. 1:10-20)?
II. Hubo disciplina sobre hermanos mentirosos
- El primer caso de disciplina Dios lo condujo (Hech. 5:1-10). ¿Juzga la iglesia donde usted es miembro la mentira o solo juzga algunos pecados?
- Todo pecado es grave (Is. 59:2; 1 Jn. 3:4). Los primeros cristianos entendieron la gravedad del pecado (cf. Rom. 6:1; Ef. 5:11).
- El resultado, “Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas” (Hech. 5:11).
- Si hubieses vivido en el primer siglo, ¿entenderías la gravedad del pecado de Ananías y Safira y la necesidad de que fuesen quitados?
III. Hubo disciplina sobre hermanos que se volvieron mundanos
- La iglesia en Corinto hacía caso omiso del pecado (1 Cor. 5:1,2,6). ¿La iglesia donde usted es miembro hace lo mismo que los corintios? ¿Se jactaban por ser muy amorosos y tolerantes?
- ¿Qué debían hacer los corintios? 1) El anuncio público de que el pecador ya no es reconocido como miembro fiel, y es entregado a Satanás (1 Cor. 5:4,5). 2) El propósito sería llevar mediante “castigo” (“disciplina”) al descarriado al arrepentimiento, preservando la pureza de la iglesia (1 Cor. 5:5,6). 3) Toda la iglesia debía apoyar la disciplina, evitando toda asociación con el disciplinado (1 Cor. 5:9-11). 4) La iglesia perdonaría a quien Dios perdona (2 Cor. 2:5-11).
- Si hubieses vivido en el primer siglo, ¿apoyarías la disciplina que debían realizar los corintios? ¿Fomentarías la obediencia a la doctrina de los apóstoles (Hech. 2:42; 1 Cor. 4:17)?
IV. Hubo disciplina sobre hermanos desordenados
- Por la obediencia a la palabra de Cristo, los primeros cristianos se esforzaron por restaurar a los que fueron sorprendidos en alguna falta (1 Tes. 5:14; Gal. 6:1). Ellos no querían simplemente quitar una molestia, amaban a sus hermanos y procuraban ayudarles (cf. 1 Cor. 12:25).
- Cuando hermanos rehusaron arrepentirse (Hech. 8:22), formalmente fueron quitados (2 Tes. 3:6-15).
- Si hubieses vivido en el primer siglo, ¿procurarías restaurar a los que han sido hallados en falta? ¿Apoyarías la disciplina sobre los que rehusaran arrepentirse y confesar su pecado (Hech. 8:22; 1 Jn. 1:9)?
V. Hubo disciplina sobre hermanos divisionistas
- Todo aquel que causara división por falsa doctrina, escrúpulos personales, opiniones que se pretendan imponer, o actitud dominante, fue disciplinado (Tito 3:9-11).
- Caso similar al de Himeneo y Alejandro, quienes se apartaron de la fe y la buena conciencia (1 Tim. 1:19,20).
- Si hubieses vivido en el primer siglo, ¿Apoyarías la disciplina sobre los divisionistas?
Conclusión
- Por la obediencia a la palabra de Cristo, los primeros cristianos quitaron la levadura (1 Cor. 5:6,11) procurando salvar el alma de un hermano perdido (1 Cor. 5:5; 2 Tes. 3:14).
- Si hubieses vivido en el primer siglo ¿Apoyarías la necesaria disciplina o simpatizarías con los infieles?
- La palabra de Dios no ha cambiado. Debemos aplicar la disciplina cuando sea necesario.