Lo que significa ser femenina


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • La cultura nos dice que una mujer exitosa no debe ser pudorosa, modesta y piadosa, sino que debe ser consumista-materialista, exhibir su cuerpo, ser promiscua, igualarse al hombre, y ser libre del hogar.
  • Sin embargo, Dios, el creador de la mujer, nos informa de lo que realmente constituye la femineidad.
  • Una mujer exitosa, y totalmente femenina, es como la mujer de Proverbios 31:10-31.

I. Ser femenina involucra el pudor, la modestia y la piedad (1 Tim. 2:9,10)
  • Una mujer de moda en la Roma antigua usaba los mismos cosméticos que usan las mujeres de hoy en día. Empezaba el día arreglándose el cabello y aplicando su maquillaje. Se pintaba los labios, usaba pintura alrededor de sus ojos, se ponía pestañas falsificadas, se pintaba la cara con polvos blancos y las mejillas con colorete. Se arreglaba su cabello con mucha ostentación, con rizos y flequillos y trenzas arregladas en pliegues ornatos. Algunas mujeres se ponían pelucas importadas de la India, y muchas se teñían de rubio el cabello (“Cuando el cristianismo era nuevo”, David W. Bercot).
  • Clemente comentó: “Los vestidos lujosos que no ocultan el talle del cuerpo en realidad no son vestidos. Tales vestidos, ajustándose al cuerpo, toman la forma del cuerpo y se adhieren a la figura. Así destacan la figura femenina, de manera que su figura entera se revela al que la ve, aunque no ve su mismo cuerpo… Tales vestidos están diseñados para exhibir, no para cubrir”.
La apariencia de la ropa: “que las mujeres se atavíen de ropa decorosa”
  • “se vistan con ropa decorosa” (LBLA).
  • “se adornen en vestido bien arreglado” (TNM).
  • La actitud al vestirse: “con pudor y modestia”.
  • Pudor: sentido de vergüenza, recato.
  • Modestia: buen juicio, sobriedad, cordura.
HEBRAÍSMO: no con, sino con
  • En sí estas cosas (peinados, oro, perlas, vestidos) no son malas, sino objetos de belleza que Dios creó, usó y da (cf. Gen. 24:10,22,53; Ez. 16:11-14).
  • El mal consiste en usar solamente de estas cosas para adornarse, ignorando lo que más importa.
  • La mujer que profesa reverencia a Dios dependerá principalmente de las buenas obras.
  • Las buenas obras de la mujer piadosa serán su marca de distinción.

II. Ser femenina involucra aprender la verdad, y la subordinación al varón (1 Tim. 2:11-14).
De la obra, “Cuando el cristianismo era nuevo” (David W. Bercot).
  • En las religiones romanas, las mujeres tenían los mismos papeles que los hombres. Sumas sacerdotisas gobernaban en muchos templos paganos.
  • Félix, el licenciado cristiano, describió la religión de los romanos de la siguiente manera: “Hay ciertos lugares donde no puede entrar ningún hombre. En otros, no puede entrar ninguna mujer. Es un delito para un esclavo presenciar ciertas ceremonias religiosas. Unos templos son gobernados por una mujer con un esposo. Otros templos son gobernados por una mujer con muchos esposos”.
  • De hecho, el personaje religioso más prominente de las tierras mediterráneas de la antigüedad era el que daba el oráculo de Delfos (hoy la ciudad de Castri). Y el oráculo siempre lo daba una mujer.
  • En la secta herética montanista, después de la muerte de su fundador, Montano, los dos dirigentes más importantes ambos fueron mujeres: Maximilla y Priscila. De hecho, la mayoría de las profecías y las nuevas enseñanzas de esta secta surgieron de las mujeres.
“La mujer aprenda en silencio con toda sujeción” (cf. 1 Cor. 14:37; 2 Tim. 3:7).
La mujer debe aprender para practicar (Hech. 9:36,39; 16:15; Rom. 16:1) y enseñar dentro de su rol (2 Tim. 1:5; 2:2; Tito 2:3-5; Hech. 8:4; 18:26).
  • Porque: 1) “no permito a la mujer enseñar… sobre el hombre”. 2) “ni ejercer dominio (autoridad) sobre el hombre” (cf. 1 Cor. 11:3,5). 3) “sino estar en silencio” (quieta, sosegada, tranquila).
  • Porque: 1) “Adán fue formado primero, después Eva” (Gen. 2:7; 1 Cor. 11:7,8,9; cf. 1 Ped. 3:7). 2) “Adán no fue engañado, sino la mujer” (Gen. 3:12,13,16).

III. Ser femenina involucra la maternidad (1 Tim. 2:15).
De la obra, “Cuando el cristianismo era nuevo” (David W. Bercot).
  • Tanto los maridos como también las mujeres a menudo tenían otros amantes. Y en el tiempo de Cristo, la infidelidad matrimonial era tan común que ni siquiera constituía un escándalo.
  • No es de extrañarse, pues, que el divorcio llegó a ser cosa corriente. Tanto los hombres romanos como las mujeres a menudo se casaban cuatro o cinco veces. Como Tertuliano comentó: “Hablando del divorcio, las mujeres lo anhelan como si fuera la consecuencia natural del matrimonio”.
  • Como las parejas de hoy, las parejas romanas tenían el problema de los embarazos no planeados. Faltando los métodos modernos de “planificación familiar”, tenían tres maneras de tratar con el problema: a veces estrangulaban al niño recién nacido, a veces lo abandonaban en la calle (donde o moría o era recogido para ser criado como esclavo), y a veces practicaban el aborto.
El rol de la mujer es la maternidad: “se salvará engendrando hijos” (cf. 1 Tim. 5:14).
Una enseñanza paralela:
  • “cuidadosas de su casa” (“hacendosas en el hogar” Tito 2:5, LBLA).
  • “sujetas a sus propios maridos” (Tito 2:5).
La mujer se salvará cumpliendo su rol peculiar: si permaneciere en:
  • Fe (Rom. 10:17; Heb. 11:6).
  • Amor (1 Jn. 5:3).
  • Santificación (Heb. 12:14).
  • Modestia: cordura, buen juicio, sensatez, sobriedad.

IV. Ser femenina involucra un espíritu afable y apacible (1 Ped. 3:3,4).
HEBRAISMO: no con, sino con (1 Ped. 3:3,4).
  • ¿Significa esto que es pecado que una mujer cristiana use una joya de oro, o que se trence el cabello o que se vista? Hacer esta pregunta es responderla. “La conclusión ineludible es que no debe depender de la exhibición de los artículos mencionados” (E. M. Zerr, Bible Commentary).
  • En la antigüedad, la extravagancia de la vestimenta iba más allá de toda razón: “Nerón incluso tenía una habitación con paredes cubiertas de perlas; y Plinio vio a Lollia Paulina, esposa de Calígula, con un vestido tan cubierto de perlas y esmeraldas que costó más de un millón de dólares” (William Barclay, The Letters of James and Peter).
Ornato enfatizado: “sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Ped. 3:4, LBLA).
  • Afable: Manso, dulce, tierno.
  • Apacible: Sosegado, tranquilo, sereno.
  • “de grande estima delante de Dios” (1 Ped. 3:4).

Conclusión
  • Ser femenina, involucra pasar más tiempo frente a la Biblia que ante el espejo.
  • Ser femenina es cumplir el rol que Dios creó para la mujer, y del cual la Biblia nos informa claramente.
  • Obedecer el evangelio no es solamente para los hombres.




Artículo Anterior Artículo Siguiente