Tres cosas imprescindibles


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • Hay variedad de smartphones. Algunos son caros y eficientes, y otros, más baratos y con capacidades básicas. Sin embargo, muchas cosas que ofrecen los smartphones son innecesarias, con tal que sirvan para comunicarnos con otros.
  • El autor a los hebreos señaló tres cosas indispensables para llegar al cielo. Es decir, no hay salvación sin estas tres cosas.

I. La sangre de Cristo
“Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Heb. 9:22; cf. Lev. 17:11).
  • No sirve cualquier sangre.
  • La sangre de toros y machos cabríos santificaba ritualmente, o ceremonialmente, pero no proveía el perdón real, “santifican para la purificación de la carne” (Heb. 9:13), “porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (Heb. 10:4).
  • La sangre de Cristo es imprescindible: “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (Heb. 10:12). “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención” (Heb. 9:12). “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Heb. 9:14).

II. La fe
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Heb. 11:6).
  • Dios condiciona nuestra salvación a la fe. Dicho de otro modo, no hay gracia sin fe.
  • Debemos confiar en Dios, en sus provisiones, en sus advertencias, y en sus instrucciones.
  • Esta clase de fe es una convicción obediente, como la de Abraham, “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Heb. 11:8).
  • No debemos comprender completamente, pero sí debemos confiar plenamente. La fe es imprescindible.

III. La santificación
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb. 12:14). Santificar es apartar, consagrar, dedicar.
  • La Biblia usa el concepto de santificación como el estado de ser apartado para Dios, como la conducta apropiada a ese estado, “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor” (1 Tes. 4:3,4).
  • “santos en toda vuestra manera de vivir” (1 Ped. 1:15).
  • “como conviene a santos” (Ef. 5:3).

Conclusión
  • He aquí tres cosas esenciales en nuestro caminar diario con Dios.
  • No hay salvación sin estas tres cosas.
  • ¿Ha sido lavados sus pecados en la sangre de Cristo (cf. Apoc. 1:5; Hech. 22:16)?

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