Por Josué I. Hernández
Romanos 3:20-26
Introducción
- El tema de la epístola de Pablo a los romanos se expresa en Romanos 1:16,17
- En Romanos 3:20-26 el apóstol describe algunos aspectos sobresalientes del evangelio.
- Habiendo demostrado la necesidad que tiene tanto el judío como el gentil, el apóstol Pablo pasa a señalar la justicia que Dios otorga (cf. Rom. 1:17), es decir, el método mediante el cual todo hombre es liberado de la culpa para estar bien con Dios.
- La justicia que Dios provee tiene las siguientes características: 1) Es aparte de la ley (3:21). 2) Es testificada por la ley (3:21). 3) Es mediante Jesucristo y por la fe (3:22-25). 4) Es justa por virtud divina (3:26-31).
I. Es aparte de la ley (3:21).
- Pablo dijo que por la obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Dios (cf. Gal. 2:16). Había una debilidad en la ley (3:20).
- Este conocimiento no era un problema en sí, pero abrió la puerta a ciertos problemas específicos. Según 7:7,8,11, ¿a dónde llevó este conocimiento al judío?
II. Es testificada por la ley (3:21).
Las citas anteriores (3:10-18) vinieron principalmente de la tercera sección de la Biblia hebrea que contenía los Salmos. Ahora, el apóstol Pablo completa el testimonio de la ley por citar de “la ley y los profetas”.
- Ya que Pablo escribía a los que en parte eran judíos, y habiendo mostrado la insuficiencia de la ley para proveer la justicia, era necesario que estableciera que la ley no había sido completamente inútil. La ley en realidad había señalado este mejor camino, el cual Pablo ahora está describiendo.
- Jesucristo es el cumplimiento de las profecías (Luc. 24:27,44). Según Lucas 24:46,47, estas Escrituras profetizaron de eventos específicos.
- Uno de los propósitos de los eventos de los días de fiesta en el Antiguo Testamento fue presentar una figura o sombra de lo que había de venir (Col. 2:16,17; Heb. 8:4,5; 10:1).
III. Es mediante Jesucristo y por la fe (3:22-25).
En estos versículos llegamos al corazón de la justicia que Dios provee. El proceso no es complicado, y sus provisiones son inmensas.
- Por medio de la fe en Jesucristo es provista la justicia de Dios (3:22).
- Esta justicia está disponible para todos los que creen en él.
- Hay una razón por la cual no hay diferencia o distinción en la manera en que se recibe ésta justicia de Dios (3:23)
- Los creyentes son justificados gratuitamente (3:24). Justificados en sentido legal. Una declaración del juez respecto al acusado, declarándole inocente, libre de culpabilidad, justo.
- Dios lo hace gratuitamente por su gracia (3:24). Esto hace hincapié en lo gratuito de la justicia. Es un don. No es algo que el hombre se gana o merece.
- Esta justicia fue realizada mediante la redención que es en Cristo Jesús (3:24). La redención es el acto de pagar el rescate para librar a alguien de la esclavitud (cf. 1 Ped. 1:18,19).
- Esta justicia se encuentra en Cristo Jesús, porque Dios le puso como propiciación (3:25). La propiciación es lo que gana o recupera la buena voluntad del otro, lo que apacigua o satisface las obligaciones legales.
IV. Es justa por virtud divina (3:26-31).
Debido a este método de tratar el pecado una vez para siempre (cf. Heb. 9:26,28; 10:10):
- Los pecados que los hombres cometieron antes de Jesucristo, Dios los pasó por alto (cf. Rom. 3:25; Hech. 14:16; 17:30), es decir, Dios no los castigó. De igual manera, el castigo de los pecados del presente está reservado para después.
- ¿Cómo pudo Dios ser justo al postergar el castigo de los pecados anteriores? Porque estuvo esperando el tiempo de hacer el sacrificio perfecto por ellos en Jesucristo.
- ¿Cómo puede Dios ser justo al postergar el castigo de los pecados del presente? Porque ya ha hecho el sacrificio por ellos, y está esperando el arrepentimiento de los hombres antes de juzgar a todos.
Así, pues, Dios justifica al hombre, y a la vez, mantiene su justicia.
- Dios es justo y el que justifica (3:26).
- Queda excluida la jactancia bajo el sistema de la fe en Cristo (3:27).
- Hay una conclusión respecto a la justificación del hombre (3:28).
- Dios es Dios de todos (3:29).
- Los de la circuncisión como los de la incircuncisión son justificados de una misma manera (3:30).
- Por su fe en Jesucristo, el hombre no invalida la ley, sino que la confirma (3:31).
- Un sistema de gracia no contradice la ley (cf. 1 Cor. 9:21).
Aplicaciones
- Al considerar la redención, la propiciación, y la gracia (3:24,25), ¿Qué conducta se espera de nosotros como cristianos?
- Considérese Lucas 7:40-48.