Por Josué I. Hernández
Introducción
- Santiago es un libro práctico, sencillo y franco.
- Una de las cosas que señala son los vacíos, o brechas, que se deben rellenar.
- Dios está dispuesto a suplir la carencia de sabiduría de sus hijos (Sant. 1:6).
- Una cosa es creer que Dios podría conceder sabiduría, otra cosa es pedirlo con plena confianza (Sant. 1:7,8; Mat. 7:7-11).
- Hay un abismo entre creer y confiar (cf. Rom. 10:1).
La brecha entre saber y hacer
- El conocimiento de la palabra de Dios es una gran bendición, “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Sant. 1:22).
- Conocer la palabra de Dios es esencial (cf. Os. 4:6); sin embargo, saber lo que es correcto es inútil si nunca llegamos a practicarlo (cf. Mat. 5:6; Sant. 4:17).
La brecha entre decir y hacer
- Los necesitados no necesitan un discurso (Sant. 2:15,16).
- La mayoría pretende hacer lo bueno mediante el discurso. Dicen que harán, sin hacerlo. Se comprometen, sin cumplirlo. Expresan sus buenos deseos con palabras agradables, reemplazando los hechos por las palabras. Suena bonito, pero no sirve de nada (cf. Jer. 42:6; 43:2,4,7).
- En el día final lo que contará será lo que hicimos, no lo que dijimos (Mat. 7:21-23; 2 Cor. 5:10).
La brecha entre poseer y beneficiarse
- La mayoría de las personas creen que entre más cosas tengan más se beneficiarán (Sant. 5:1-6).
- El materialismo produce un enfoque en uno mismo y en el placer, ahogando el corazón con diversas preocupaciones, anhelos y placeres (cf. Luc. 8:14; 21:34), “No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mat. 6:24).
- Santiago dice, “Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza” (Sant. 5:5; cf. 1 Tim. 6:9,10).
- La prosperidad solo es beneficiosa cuando la usamos al servicio de Dios (cf. 1 Tim. 6:17-19).
La brecha entre esperar y ser paciente
- La paciencia es una de las más importantes cosas que podamos adquirir (Sant. 1:2-4).
- No es lo mismo esperar que ser paciente. Esperar algo no es lo mismo que manifestar paciencia mientras se espera (cf. Ex. 16:2,3; 17:2,3).
- Debemos dejar de quejarnos (Sant. 5:9; cf. 1 Cor. 10:10; Fil. 2:14).
- Si vivimos quejándonos hasta que venga el cambio, no estamos exhibiendo paciencia (Sant. 5:8-11).