Por Josué I. Hernández
Introducción
- ¿Recuerda quien citó, “A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra”?
- Satanás distorsionó el Salmo 91 para justificar un acto temerario (Mat. 4:5,6).
- Jesús respondió, “Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios” (Mat. 4:7).
- Tentar: “Probar, examinar, exhaustivamente. Poner a prueba el carácter y el poder de Dios” (Thayer; cf. Luc. 10:25).
- Lo pusieron a prueba, procuraron experimentar con Dios, quisieron manipularlo, querían ver cómo reaccionaría (cf. 1 Cor. 10:9).
- Dios no se agrada de quienes lo ponen a prueba (cf. 1 Cor. 10:5-12).
- Los hijos de los sobrevivientes debían recordar esta lección (cf. Ex. 17:1-7; Deut. 6:16).
- Debemos aprender esta lección (cf. Rom. 15:4).
Dios no bendice las acciones que de por sí son atrevidas.
- La temeridad y la osadía.
- El riesgo impetuoso.
- Los intentos peligrosos.
Debemos vivir por fe
- Nuestros actos deben estar justificados y sustentados en la revelación (cf. Rom. 10:17; 2 Cor. 5:7; Heb. 11:1).
- Una acción no será aprobada sólo por ser intrépida (cf. Sal. 91:11).
- Las expresiones verbales de invocación no cambian las reglas divinas.
- La voluntad de Dios permanece firme (cf. Mat. 6:10; 1 Jn. 5:14).
- Nuestras acciones tendrán consecuencias (cf. Prov. 19:3; 18:6; Gal. 6:7).
No meternos en problemas
- Asistir a un espectáculo pecaminoso, pero citando: “Aparta mis ojos, que no vean la vanidad” (Sal. 119:37).
- Insistir predicando a quienes no quieren oír, desobedeciendo la instrucción: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen” (Mat. 7:6).
No tentar al Señor
- Pedir salud, pero sin quitar los malos hábitos.
- Pedir éxito, pero sin trabajar con perseverancia.
- Pedir soluciones, pero sin estar siquiera dispuestos al cambio.
- Pedir por la salvación de los amados, pero sin predicarles el evangelio.
- Pedir sabiduría, pero sin considerar la revelación de Dios en su palabra.
- Pedir el bienestar espiritual de los hijos, pero descuidar la crianza.
- Pedir ayuda financiera, pero involucrarse en más deudas.
Conclusión
- Satanás se ha dedicado a distorsionar las demandas y promesas de Dios.
- Un solo texto no agota todo lo que Dios haya dicho sobre un tema.
- Seremos disciplinados por el Señor si le ponemos a prueba.