Toda palabra ociosa



Por Josué I. Hernández


Mateo 12:36,37


Introducción
  • Es fácil hablar sin pensar (Mat. 17:24-27).
  • Es fácil hablar sin saber lo que se habla (Mar. 9:5,6).
  • Nuestras palabras revelan mucho de nosotros, y en el día final serán tomadas en cuenta (Mat. 12:34,35). 

Discurso pecaminoso
  • Usar el nombre de Dios en vano (Ex. 20:7).
  • Usar palabras corrompidas (Ef. 4:29; 5:4; cf. 1 Ped. 3:10).
  • Hablar con ligereza (Sant. 1:19,26 cf. Prov. 10:19; 13:3; 29:20).
  • Blasfemar contra otros (Mat. 5:21,22; cf. Tito 3:2; Jud. 1:8; 1 Cor. 6:9,10).
  • Adulación (Rom. 16:18; cf. Sal. 12:1-4). 
  • Juramentos precipitados (Mat. 5:33-37; cf. Sant. 5:12).

Discurso agradable a Dios
  • Ilustración: ¿Cómo solía responder el Señor Jesucristo?
  • Edificante, apropiado, con gracia (Ef. 4:29; Col. 4:6; cf. Luc. 4:22; Prov. 15:1,4,23; 25:11).
  • Palabras bien meditadas (Prov. 15:28). 
  • Palabras de gratitud (Ef. 5:3,4; cf. Fil. 2:14,15; Col. 3:17).
  • Palabras de mansedumbre (Mat. 12:34,35; 15:17-20; Sal. 141;3-5).

Conclusión
  • Que recordemos la advertencia del Señor Jesucristo (Mat. 12:36,37).
  • “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (Sal. 19:14).