Por Josué I. Hernández
“porque por fe andamos, no por vista” (2 Cor. 5:7).
Introducción
- Nuestras decisiones, o son “por fe” o son “por vista”, es decir, son buenas o son malas.
- Las decisiones que tomamos afectan nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos, para bien o para mal.
- Toda iglesia de Cristo se verá afectada por las decisiones que tomen sus miembros.
¿Cuál es el problema?
- Algunos hermanos están diciéndole al Señor, “Señor, déjame que primero vaya…” (Luc. 9:59,61).
- Algunos hermanos están escogiendo estudiar o trabajar en “X lugar”, o mudarse a “X lugar”, y hacer “X cosa”, sabiendo que no podrán congregarse, sabiendo que estarán ausentes reiteradamente (cf. Heb. 10:25).
- Algunas iglesias no están cuidándose a sí mismas, iglesias cuyos miembros no se exhortan, ni se amonestan, para buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mat. 6:33).
- Algunos hermanos están celebrando el plato de lentejas sin considerar las consecuencias (cf. Gen. 25:29-34; 27:34-38; Heb. 12:16,17).
- Algunos hermanos están causando tropiezos (cf. Mat. 18:6,7; 1 Cor. 10:31-33; 11:1).
Malas decisiones (“por vista”)
- Lot escogió los pastos verdes, “toda la llanura del Jordán… y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma” (Gen. 13:11).
- El hijo pródigo escogió la tierra lejana, “se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente” (Luc. 15:13).
- Judas escogió traicionar al Señor, “habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero” (Luc. 22:4,5).
- Ananías y Safira escogieron mentir, “sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles” (Hech. 5:2).
- Eutico escogió acomodarse en una ventana, y entonces, “vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto” (Hech. 20:9).
- Demás escogió desamparar a Pablo, “amando este mundo” (2 Tim. 4:10).
Buenas decisiones (“por fe”)
- Noé escogió construir el arca “en que su casa se salvase” (Heb. 11:7).
- Abraham escogió obedecer y salir “sin saber a dónde iba” (Heb. 11:8)
- Moisés escogió “antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado” (Heb. 11:25).
- Los primeros discípulos escogieron dejarlo todo para seguir a Cristo (cf. Mat. 4:20,22; 19:27).
- Bernabé escogió vender la heredad que tenía “y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles” (Hech. 4:37).
- Timoteo escogió no buscar lo suyo propio, sino “lo que es de Cristo Jesús” (Fil. 2:21).
- Pablo escogió que las ganancias mundanales fuesen “como pérdida por amor de Cristo… por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús” (Fil. 3:7,8).
- Los primeros cristianos escogieron perseverar “en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hech. 2:42,46).
Consecuencias por las decisiones
- Hay una ley: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gal. 6:7).
- El individuo será afectado: “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gal. 6:8).
- La iglesia será afectada por las malas decisiones de sus miembros (cf. 1 Cor. 3:3,4; 5:1,6; 15:34).
- La iglesia será bendecida por las buenas decisiones de sus miembros (Hech. 2:42,46; cf. Col. 1:4; 2:5; 1 Tes. 1:3,8).
Conclusión
- Debemos decidir entre la vida y la muerte (Deut. 30:15-20).
- Si estamos resueltos a servir al Señor, la decisión ya está tomada (cf. Jos. 24:15).
- Toda buena decisión está fundamentada en buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mat. 6:33).