- Judá estaba repudiando a sus esposas para casarse con mujeres extranjeras (Neh. 13:23-25; cf. Mal. 2:10-17).
- Para honrar el matrimonio debemos odiar la separación pecaminosa (Mal. 2:16).
- El divorcio es una estratagema de Satanás, una mina de oro para los abogados y una plaga para la sociedad.
- Establecer el matrimonio (Mat. 19:4-6).
- Proteger el matrimonio (Mat. 19:9-12; cf. 1 Cor. 7:10,11; Heb. 13:4).
- Prohibir la separación pecaminosa, es decir, el repudio (cf. Mat. 19:6; Mar. 6:17,18; 10:10-12).
- Dificultar el repudio, es decir, la separación o divorcio (cf. Mat. 19:9; 1 Cor. 7:10,11).
- Definir propósitos, obligaciones y privilegios (cf. Gen. 2:18-25; Rom. 7:2,3; 1 Cor. 7:3-5; Ef. 5:25-33).
- Deshonran el matrimonio (Heb. 13:4).
- Desechan el propósito de Dios (Mat. 19:4-6).
- Rechazan el matrimonio (cf. 1 Cor. 6:13,18; 7:2).
- Separan lo que Dios juntó (cf. Mat. 19:3,6).
- Introducen el adulterio en el matrimonio (cf. Jer. 5:7-9).
- Tratan la excepción como regla (cf. Mat. 5:31,32; 19:9).
- Se divorcian por cualquier causa (Mat. 19:3; 1 Cor. 7:10,11).
- Cambian la causa para el repudio (cf. Mat. 5:28; 1 Cor. 7:15).
- Vuelven a casarse sin el permiso de Dios (cf. Mat. 19:9; 1 Cor. 7:11).
- Afirman que “todo matrimonio es bueno” (cf. 1 Cor. 7:17,20,24; Mar. 6:17,18).
- Viola el pacto matrimonial (cf. Prov. 2:17; Mal. 2:14-16; Ecles. 5:4,5).
- Contamina lo que Dios ama (cf. Mal. 2:4,8,10,14; Mat. 19:6).
- Tiene consecuencias ruinosas (cf. Gal. 6:7; Mat. 5:32; 1 Cor. 7:11; Rom. 7:2).
- Dios aborrece el trato egoísta y pecaminoso que atenta contra el matrimonio que él ha bendecido con honor (1 Ped. 3:1,7).
- Debemos aborrecer las estratagemas de los impíos para divorciarse y volverse a casar.