Efesios 1:15-20
- Luego de abrir los ojos de los efesios ante las tremendas bendiciones que la iglesia goza en Cristo, Pablo oró por ellos.
- ¿Qué clase de cosas enfatizamos cuando oramos por los unos por los otros?
- Conocer a Dios es imprescindible (Jer. 9:23,24; Jn. 17:3; 2 Tes. 1:7-9).
- Esta clase de conocimiento es por “espíritu de sabiduría y de revelación” (cf. Ef. 1:8,9; Col. 1:9; Sant. 1:5).
- “El apóstol no oró para que Dios diera a todos los efesios el conocimiento de las doctrinas del evangelio, mediante una revelación inmediata hecha a ellos mismos; sino que les fuera permitido comprender la revelación de estas doctrinas que se hizo a los apóstoles y que ellos predicaron al mundo” (James MacKnight).
- Ojos alumbrados a la esperanza a la que fuimos convocados por Dios, a través del evangelio (2 Tes. 2:14), a su reino y gloria (1 Tes. 2:12), de las tinieblas a la luz (1 Ped. 2:9).
- Ojos alumbrados a las riquezas de la herencia de Dios (Ef. 1:18).
- Ojos alumbrados al poder de Dios (1:19,20), que produce la conversión (Ef. 2:1-6; Col. 2:12,13), y que fortalece al cristiano debe revestirse de tal poder (Ef. 6:10-18)
- Alguien dijo, “ora como si todo dependiera de Dios, pero trabaja como si todo dependiera de ti”, y ciertamente, Pablo hizo su parte al escribir y orar por sus lectores.
- ¿Por qué cosas oramos? ¿Son nuestras oraciones como la de Pablo? ¿Oramos de semejante forma por nuestros hermanos?
- Antes de desarrollarnos en el conocimiento de Dios necesitamos ser salvos por su gracia. ¿Ha recibido la vida resucitando con Cristo (Ef. 2:5,6; Col. 2:11-13)?