Busqué un hombre


Por Josué I. Hernández

Ezequiel 22:30


Introducción
  • Dios buscó a un hombre que estuviese firme por la verdad, dispuesto a corregir al pueblo de Dios y salvarlo de la ira contra el pecado, pero no halló a tal hombre (cf. Sal. 106:23).
  • Dios todavía busca hombres a quienes usar en su servicio.

I. La idea general de “hombre”.
  • Debe ser mayor de edad (cf. 1 Rey. 2:2).
  • Debe ser fuerte (cf. Jue. 16:3).
  • Debe ser alto (cf. 1 Sam. 10:23).
  • Debe ser popular (cf. 2 Sam. 15:6,12).
  • Debe ser hermoso (cf. 2 Sam. 14:25).
  • Debe ser rico (cf. Luc. 16-21).
  • Debe ser insolente y presumido (cf. Prov. 21:24).

II. Jesús, el “hombre perfecto”.
  • Servicial. Siendo igual a Dios (Fil. 2:5-7) teniéndolo todo (Jn. 13:3) lavó los pies de sus discípulos (Jn. 13:4-17). A través de su virilidad servicial (Mat. 20:28) que dio su vida por todos (Jn. 3:16) y desmanteló el poder de Satanás (Mat. 12:29; Col. 2:15; Heb. 2:14,15).
  • Humilde. Con viril humildad, Jesús sufrió el oprobio sin contraatacar (Jn. 19:1-3). Demostró su masculinidad humillándose “hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:8).
  • Amoroso. Jesús no se avergonzaba al hablar de amor: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Jn. 13:34). Incluso, preguntó a Pedro: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?” (Jn. 21:15-17).
  • Sensible. Su hombría no impidió que se conmoviera (Jn. 11:35,36). Incluso, lloró desconsoladamente (cf. Luc. 19:41; Mar. 23:37).

Conclusión
  • La masculinidad se mide exclusivamente en relación con Cristo.
  • Si usted está siguiendo a Cristo como Señor y Maestro, entonces usted es un hombre, nada menos que todo un hombre.




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