Por Josué I. Hernández
“¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mat. 26:53)
Introducción
- ¿Qué fue lo que sucedió? Viene Judas y con él mucha gente (Mat. 26:47,48), una compañía de soldados. involucrada (Jn. 18:12). Judas señaló a Jesús (Mat. 26:48-50). Pedro reaccionó (Mat. 26:51; cf. Jn. 18:10). La enseñanza de Jesús (Mat. 26:52-54).
- Legión: Regimiento romano (Strong). Entre 5000 y 6000 solados (Tuggy). “Entre los romanos, una legión era primariamente un cuerpo elegido (de lego, elegir) de soldados divididos en diez compañías… En los tiempos de nuestro Señor era un ejército completo de infantería y caballería, de hasta 5.000 hombres” (Vine).
- Para cambiar los acontecimientos, un solo ángel bastaría (cf. Is. 37:36).
- ¿Qué significa aquello de las doce legiones de ángeles? Había dos opciones, y sólo una resultaría en nuestra salvación.
I. Doce legiones de ángeles no pueden salvarnos
- El pecado es grave. Un delito (1 Jn. 3:4) de proporción cósmica (Rom. 3:23). Un pago legal (Rom. 6:23).
- La ira de Dios es lo que merecemos. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él” (Jn. 3:36, LBLA). “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios” (Rom. 2:5).
- Cristo nos salva de la ira: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Rom. 5:8,9). “y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tes. 1:10).
II. Doce legiones de ángeles no pueden hacer lo que Cristo hizo
- Para que se cumpliesen “las Escrituras” (Mat. 26:54).
- Para sufrir “el castigo de nuestra paz” (Is. 53:5).
- Dios en su gracia ha hecho por el pecador el pago necesario, en la muerte de su Hijo. “uno murió por todos” (2 Cor. 5:14). Jesús nos representa en este asunto al “dar su vida en rescate por muchos” (Mar. 10:45). Jesús llevó nuestros pecados (Heb. 9:28; 1 Ped. 2:24), es decir, Jesús llevó nuestra pena por el pecado, al gustar “la muerte por todos” (Heb. 2:9) sufriendo las penalidades de la ley violada. Esto explica porque Dios puede perdonar a un pecador y así aplacar su ira contra él.
- La misericordia de Dios es ofrecida a base de que sea satisfecha la justicia. Las condiciones para alcanzar dicha misericordia son reveladas en el evangelio (Hech. 2:38; 8:37; 22:16).
¿Por cuál razón Jesús no oró para que viniesen las doce legiones de ángeles?
- Porque él “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal. 2:20).
- Porque necesito una segunda oportunidad (1 Ped. 1:18,19; Ef. 2:1,5)
- Porque necesito obedecer su evangelio (Mar. 16:15,16; Hech. 2:38,41,42,47).