Por Josué I. Hernández
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Cor. 4:16; cf. 2 Cor. 3:18).
Introducción
- Muchos ven oportunidad de renovación en un nuevo año, y hacen planes respecto a ello.
- La Biblia habla de una vida nueva, una vida de renovación.
I. La renovación es un proceso continuo (2 Cor. 4:16-18)
- Sucede “de día en día”.
- Sucede al “hombre interior”, en contraste con el exterior que “se va desgastando”.
- Permite perseverar a través de las más duras dificultades.
- Es una metamorfosis que se refleja en una vida transformada (Rom. 12:2).
II. La renovación comienza con la regeneración (Tito 3:4-7).
- Cuando nacemos “de nuevo”, es decir, “de agua y del Espíritu” (Jn. 3:3-5).
- Cuando somos renacidos (cf. 1 Ped. 1:23,25; Sant. 1:18).
- Cuando somos perdonados (cf. Mat. 26:28; Hech. 2:38; 22:16).
- Cuando somos hechos salvos por gracia (Tito 2:11-14).
III. La renovación está moldeada según Cristo (Col. 3:5-11).
- Nuestros cuerpos están muertos al pecado, “Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría” (Col. 3:5; LBLA).
- Según su imagen, “conforme a la imagen del que lo creó”, basada en el verdadero conocimiento de Dios (cf. Col. 1:9-14; 1 Tim. 2:4).
IV. La renovación nos hace diferentes del mundo (Rom. 12:1,2).
- La gente nota la diferencia (1 Ped. 4:3,4).
- La gente busca errores (cf. 1 Ped. 3:15; 1 Tim. 3:14; Tito 2:5,8,10).
- La luz alumbra (Mat. 5:16; cf. Rom. 12:2-21).
Conclusión
- Si no somos cristianos, debemos comenzar hoy.
- Si somos cristianos, debemos asegurarnos de estar siendo renovados “de día en día”.
- Dios es glorificado cuando participamos de esta renovación.