Se salvará engendrando hijos


Por Josué I. Hernández


“Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia” (1 Tim. 2:15)

“Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad” (Biblia de Jerusalén).

“pero llegará a salvarse por la maternidad, con tal que persevere con fe, amor y una vida santa y modesta” (Nueva Biblia Española).


Introducción
  • ¿Qué realmente está enseñando el apóstol Pablo aquí?
  • ¿Qué debe hacer la mujer para ser salva en Cristo?

Contexto
“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Tim. 2:11-14).

La mujer debe “aprender” en sujeción.
  • El énfasis no está en el “silencio” (“sosiego”, “tranquilidad”, “quietud”).
  • ¿De qué sirve el silencio si la mujer no “aprende” (cf. 2 Tim. 3:7)?
La mujer no debe (dos prohibiciones):
  • “enseñar” por sobre el hombre.
  • “ejercer dominio” por sobre el hombre.
La razón de la prohibición:
  • El orden de la creación.
  • El pecado en Edén.
Lo que no involucra:
  • Desigualdad de importancia (cf. Gal. 3:28).
  • Ser tratada como esclava del varón (1 Ped. 3:7; Ef. 5:25-33).
Lo que sí involucra: El orden de autoridad y rol (Gen. 3:16; 1 Cor. 11:3).


La mujer se salvará engendrando hijos (1 Tim. 2:15)
“Pero”
  • Se introduce un contraste.
  • El haber incurrido en transgresión (v.14), con la sujeción subsecuente al varón, no quitará que la mujer se salve eternamente (v.15).
  • Aquí hay consolación. La mujer debe alabar a Dios por este “Pero”.
“se salvará engendrando hijos”
  • La palabra griega traducida “engendrando hijos” es una sola en el texto griego, y es un sustantivo, no un verbo (gr. “teknogonia”): “denota tener hijos, implicando los deberes de la maternidad” (VINE).
  • Por eso otras versiones dicen, “será salvada por la maternidad” o “función maternal”.
  • La palabra griega en forma verbal es traducida “críen hijos” (cf. 1 Tim. 5:14).
  • Este es el rol apropiado y peculiar de la mujer, casarse, tener hijos y criarlos (cf. Gn. 1:28; 2:16; 4:1) y gobernar su casa (cf. 1 Tim. 5:14; Tito 2:4,5).
En el artículo “¿Qué hace una mujer tan inteligente como tú metida en la casa?”, la autora narra todas las peripecias que tuvo que hacer buscando una mujer idónea que cuidara a su hijo recién nacido y así regresar al trabajo. Luego, la autora comenta que quedó embaraza otra vez. Así, pues, la búsqueda de la “niñera ideal” se hizo más intensa, y en ella descubrió algunas cosas interesantes: Algunas mujeres eran tan preparadas que su salario representaba una buena parte del que ella misma ganaría; muchas otras no estaban capacitadas para una labor tan delicada. Quiso recurrir entonces a las que cuidan niños en sus casas, pero allí también descubrió que la mayoría de las mujeres hacían ese trabajo porque tenían que cuidar a sus propios hijos, y por lo tanto nunca cuidarían los ajenos con el mismo esmero; algunas, incluso, tomaban más niños de los que podían cuidar movidas por sus necesidades económicas; en fin, ninguna se relacionaría con sus hijos de la forma que ella lo haría.

La autora concluye diciendo: “Con el tiempo aprendí una lección muy importante, gracias a la búsqueda de atención para mis hijos: por más licencias que otorguemos, pautas que establezcamos y dinero que paguemos, es imposible ejercer un control de calidad en la capacidad de un ser humano para amar a otro u ocuparse de él. Yo había deseado los servicios de una persona cariñosa, que tuviera sentido del humor y una actitud vivaz… Alguien que fomentara la creatividad de mis hijos, que los llevara a lugares interesantes, que contestara a todas sus preguntas y los arrullara hasta que se quedaran dormidos. Lenta, dolorosamente, llegué a una pasmosa conclusión: la persona que andaba buscando, la que había tratado con desesperación de contratar, era yo misma”.


Conclusión

“si permaneciere”
  • La función maternal en sí no garantiza la salvación eterna de las mu­jeres. Hay condiciones.
  • El calvinismo dice lo contrario, pero la salvación es condicional.

“en fe, amor, y santificación”
  • “amor… fe” (1 Tim. 1:5).
  • “fe” (Heb. 11:6).
  • “amor” (1 Jn. 5:3).
  • “santificación” (Heb. 12:14).
“con modestia”. Otras ver­siones traducen "cordura", "buen juicio", "sensatez", "sobriedad" (1 Tim. 2:9).

La mujer alcanza las bendiciones de Dios, no por medio de enseñar y ejercer dominio so­bre el hombre (ver. 12), sino por medio de ju­gar su papel principal, en sujeción al hombre, y en su vida de obediencia al Señor. En esto ella halla la dicha de la vida ahora, y tiene para un mañana la esperanza de la vida eterna. Toda otra cosa es engaño del diablo, falsedad, y men­tira. ¡Cómo incurre en transgresión la llamada "mujer liberada"!

La ironía escritural es que Eva, quien fue engañada por Satanás, sería el medio a través del cual vendría el Salvador del mundo, “nacido de mujer” (Gal. 4:4) quien golpearía de muerte a Satanás y su imperio en la cruz (Gen. 3:15; Heb. 2:14).



Artículo Anterior Artículo Siguiente