Por Josué I. Hernández
- Estamos en medio de una gran batalla (Ef. 6:10-18; 2 Tim. 4:1-8). Desde el jardín del Edén hasta hoy, cada alma está en juego (cf. Col. 2:8). Para Cristo no hay término medio (Mat. 12:30).
- Esta gran batalla concluirá en juicio definitivo (Mat. 25:31-34,41,46). Debemos tomar una posición y permanecer firmes (Ef. 6:13,14). Debemos luchar fielmente para alcanzar la vida eterna (1 Tim. 6:12).
- Pero, ¿cómo ocupar un buen lugar en esta batalla y alcanzar la vida eterna?
I. Obedecer todo el evangelio
- Pasar del ejército muerto de Satanás, al ejército vivo de Dios (Rom. 6:3-6,21-23; Col. 2:12).
- Dios llama a cada alma por medio del evangelio (Mar. 16:15,16; Hech. 2:38; 22:16).
- No hay salvación fuera de la iglesia de Cristo (Hech. 2:47; Ef. 5:23).
- El evangelio debe ser obedecido de por vida (Hech. 20:24,32; Heb. 5:9). Hay un patrón (1 Cor. 4:17; 2 Tim. 1:13). El silencio es prohibitivo (1 Cor. 4:6; 1 Ped. 4:11)
II. Permanecer en total santidad
- Cada día, toda alma sigue a Satanás o a Dios (cf. Ef. 2:2; 2 Tim. 2:26).
- Aborrecer lo malo, no tocar lo inmundo (Rom. 12:9; 2 Cor. 6:14-7:1; 2 Tim. 2:19; 1 Ped. 1:13-16).
- Sólo los santos permanecen en el ejército de Dios (1 Tim. 6:12). La mundanalidad es practicada por el ejército de Satanás (Sant. 1:27; 4:4).
III. Resistir toda apostasía
- Son demasiadas las advertencias (cf. Hech. 20:29,30; 1 Tim. 4:1; 2 Jn. 9-11).
- Amar la verdad (cf. Rom. 12:9; Ef. 4:15; 2 Tes. 2:10).
Conclusión
- Resumiendo lo antes dicho: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos” (Mat. 12:30,31).
- Sólo por amor se podrá obedecer todo el evangelio, permanecer en total santidad, y resistir toda apostasía.
- ¡El ejército de Satanás está arruinado, inscríbase en el ejército de Dios hoy mismo!