Cómo perder su alma


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • El alma tiene inmenso valor (cf. Mat. 16:26; 1 Ped. 1:18,19).
  • Muchos no consideran la existencia y valor del alma. No podemos cuidar y preservar aquello que menospreciamos.
  • Perder el alma es una aterradora realidad.

I. Haga lo que quiera en religión
  • Elija la iglesia de su elección (cf. Mat. 15:13; Hech. 20:28).
  • Confórmese con una vida religiosa que disimula la desobediencia (cf. Mat. 7:21-23; 2 Tim. 1:13; Col. 3:17).

II. Enfóquese en cosas materiales
  • Persiga el dinero como un fin en sí (cf. Mat. 16:26; Mar. 4:18,19; Luc. 12:16-21).
  • Desobedezca el consejo de Cristo (Mat. 6:19-21).

III. Sea negligente
  • Corra como a la ventura y sin dominio propio (cf. 1 Cor. 9:24-27; Fil. 3:14).
  • Desarrolle un corazón malo de incredulidad (cf. Heb. 3:12; 4:2).
  • Desobedezca el consejo de Pedro (1 Ped. 5:8).

IV. Dependa de otros
  • No trabaje por su propia salvación (cf. Hech. 2:41; Fil. 2:12; 2 Cor. 5:10).
  • Dependa de: 1) El predicador (cf. Hech. 17:11; 1 Tes. 5:21). 2) La iglesia (cf. Hech. 20:32). 3) La familia (Ez. 18:20).

Conclusión
  • A pesar de nuestros pecados (Rom. 5:8) Dios ha extendido su gracia para salvarnos (Tito 2:11).
  • Que nada se interponga en nuestro camino a la salvación eterna.
  • Si perdemos nuestra alma, lo perdemos todo.
  • Hoy es día de salvación.



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