El baile moderno



Por Josué I. Hernández


Introducción
  • La palabra “baile” deja en la mente un panorama amplio que debemos definir, ya que puede incluir: 1) La simple actividad de expresar sentimientos de alegría y entusiasmo. 2) Hasta los movimientos de inmundicia y lascivia.
  • Plan de estudio: 1) El baile en la Biblia. 2) El baile moderno. 3) Lascivia y excitación sexual.

I. El baile en la Biblia
Tenemos numerosos ejemplos de “danza” en el Antiguo Testamento, el cual acompañó la sobria alabanza a Dios, como expresión de regocijo religioso y entusiasmo.
  • María, luego del cruce del Mar Rojo, “tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas” (Ex. 15:20).
  • La hija de Jefté, cuando su padre volvía de la victoria sobre los amonitas, “y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas” (Jue. 11:34).
  • David, cuando traían el arca del pacto a la ciudad de Jerusalén, “Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino” (2 Sam. 6:14; cf. Sal. 150:4; Mal. 4:2).
El sustantivo “baile” y el verbo “bailar”, también puede indicar los movimientos lascivos y pecaminosos.
  • Moisés, al descender del monte Sinaí, “cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés… el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido…” (Ex. 32:19,25).
  • La hija de Herodías, bailó para el deleite carnal de Herodes (Mar. 6:21-23), y fue en base a la lascivia que Herodes dijo: “Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino” (Mar. 6:23).

II. El baile moderno
Llamamos “baile moderno” a:
  • Las danzas seculares en ambientes de lascivia, donde se procura el deleite sensual y la excitación sexual.
  • Los cuerpos se mueven en contacto en cadencia del ritmo y la letra de canciones que glorifican el pecado.
  • Esta clase de “baile” es muy diferente al practicado por el pueblo fiel de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento.
El baile moderno está íntimamente relacionado con catálogos de pecado como el siguiente: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gal. 5:19-21).

Alguien podría decir “pero, Pablo no dijo ‘no bailarás’ en este pasaje”.
  • Pablo dijo “los que practican tales cosas”, (“los que cometen tales cosas”, NT Besson), es decir, cosas semejantes a éstas.
  • El adjetivo griego “toioutos”, siempre se usa para denotar “tales cosas” o “cosas semejantes” (cf. “semejante” Ef. 5:27; Sant. 4:16).
  • En su epístola a los gálatas, Pablo no quiso dar una lista completa de los pecados del mundo, sin embargo, su listado condena todos los pecados “semejantes”, a los descritos. En este caso, el baile moderno.

III. Lascivia y excitación sexual
La “lascivia” (Gr. “aselgeia”), “exceso, licencia, ausencia de freno, sin dominio propio, indecencia, disolución” (cf. Rom. 13:13,14; 2 Cor. 12:21).
  • La lascivia describe los movimientos indecentes del cuerpo (exhibición), como también el roce de los cuerpos y el manoseo estimulado por los ritmos modernos de baile.
  • ¿Quién honestamente puede negar que el baile moderno conduzca inevitablemente a la excitación sexual?
  • El impulso sexual es un don de Dios, y no es pecaminoso en sí.
  • El sexo en sí no es malo, sino el mal uso del sexo, y no puede haber buen uso del sexo fuera del matrimonio.
  • Por lo tanto, debemos usar de dominio propio para restringirnos por los límites señalados por Dios. Los límites son buenos. Los mandamientos de Dios “no son gravosos” (1 Jn. 5:3).
La satisfacción del impulso sexual debe cumplirse en el matrimonio (1 Cor. 7:1-9).
  • Todo lo que promueva el deseo sexual debe existir solamente entre los cónyuges (ej. Cant. 4:1-6; 5:1).
  • En cambio, la participación de una actividad que promueve emociones lascivas y excitación sexual solo impulsará a la orgía, es decir, al desenfreno (Gal. 5:21), y nada bueno puede resultar de ello.

Conclusión
  • “No os engañéis” (Gal. 6:7), la base del baile moderno es la excitación sexual. Y aunque no toda persona que participe de un baile terminará como prostituta o fornicario, siempre será afectado. Probablemente, la gratificación obtenida lo moverá a buscar más. Muchos se han vuelto perversos y corruptos, impulsados por el baile.
  • “No os engañéis” (Gal. 6:7), el fruto del baile moderno no ha fomentado la espiritualidad ni la pureza en el mundo, sino que ha destruido el camino a la pureza, el gozo, y la vida eterna.


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