“En cuanto a la colecta”: Introducción


Por Josué I. Hernández


Introducción
  • Mientras Pablo viajaba a Jerusalén, se detuvo en Mileto y se reunió con los ancianos de la iglesia de Éfeso (Hech. 20:17) y les recordó la obra que había realizado entre ellos predicando el evangelio (20:18-21). Pablo dijo que era inocente de la sangre de todos ellos (20:26) porque no rehuyó enseñar todo el consejo de Dios (20:27).
  • Algunos predicadores están fallando en la enseñanza de todo el consejo de Dios (cf. Ez. 2:3-5). Están rehuyendo la enseñanza de varios temas para no ofender sentimientos. Algunos no quieren ser rechazados por alguna rama de la hermandad. Algunos son políticos, quieren estar bien con todos. Algunos no son estudiantes diligentes, dedicados, y no serán buenos maestros de Biblia a menos que se corrijan.
  • Consecuencias positivas de enseñar todo el consejo de Dios: 1) Entendimiento (Ef. 3:4; 5:17; Col. 1:9). 2) Obediencia (Col. 2:5; 3:17). 3) Diligencia (Col. 3:23; Rom. 12:11). 4) Unidad (1 Cor. 1:10; 1 Jn. 1:3,5-7).

La colecta dominical voluntaria (1 Cor. 16:1-3; 2 Cor. 9:6-8). Uno de los temas en los cuales se descuida, o se rehúye, la enseñanza.
  • Consecuencias de ser negligentes con este tema: 1) Confusión: Falta de orden y claridad; error al tomar una cosa por otra. 2) Suposición: Acción de considerar como cierto o real algo a partir de indicios, pero sin base real. Inferencia no necesaria. 3) División. 4) Malas prácticas.
  • Razones por las cuales se evita enseñar este tema: 1) Falta de interés y/o motivación. 2) No “molestar” a los miembros, o “evitar problemas” en la hermandad. 3) Que no se piense que “el predicador quiere dinero”. 4) Que no se piense que “el predicador quiere más dinero” (en el caso del que ya recibe alguna ayuda).
  • La iglesia local requiere dinero para financiar su obra: 1) La evangelización. 2) La edificación y adoración. 3) La benevolencia limitada. 4) Los “recursos de ejecución” requieren dinero.

Conclusión
  • No somos mejores de lo que creemos, y no creemos más allá de lo que sabemos.
  • Debemos elegir saber bien “todo el consejo de Dios” (Hech. 20:27).
  • Cada cual obedece lo que sabe. No podemos obedecer lo que no sabemos.



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