Desafíos que aceptar



Por Josué I. Hernández


Introducción
  • “O vamos adelante, o nos quedamos quietos, o simplemente, nos quedamos atrás”. Este dicho es cierto para las iglesias.
  • El apóstol Pablo creía en seguir adelante (cf. Fil. 3:13,14).
  • “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Dí a los hijos de Israel que marchen” (Ex. 14:15).
  • No debemos estar satisfechos con el pasado, y dormirnos en los laureles (Apoc. 2:1-5).

I. Aceptar el desafío de los ciudadanos del reino de los cielos
  • El carácter (Mat. 5:1-12)
  • La misión (Mat. 5:13-16; cf. 1 Ped. 2:9).

II. Aceptar el desafío de evangelizar el mundo
  • Siempre alguno dirá, “Nadie está interesado en el evangelio… la gente no obedecerá si le predicamos”. ¿Se ha esforzado por apoyar el programa evangelístico de la iglesia local o solamente se está quejando? ¿Por qué no obedecerían otros a Cristo si usted lo hizo? ¿Ha perdido el evangelio su poder para salvación?
  • Si la gerencia de Coca-Cola pensara de manera tan deprimente seguramente ya habría quebrado.
  • Demasiadas iglesias no tienen un plan de trabajo local, ni presupuesto para la evangelización local, ni buscan la manera de mantenerse como “columna y baluarte de la verdad” (1 Tim. 3:15).

III. Aceptar el desafío del liderazgo bíblico
  • ¿Ha pensado qué sucederá con esta iglesia en 10 o 20 años más?
  • Pablo invirtió tiempo y esfuerzo en el entrenamiento de Timoteo, y Timoteo debía hacer lo mismo con otros, y éstos, a su vez, lo harían así con otros (2 Tim. 2:2; cf. Ef. 4:12). Los buenos líderes entrenarán a los futuros líderes. Específicamente, debemos desarrollar el liderazgo masculino (1 Cor. 11:3; Ef. 5:23)
  • El plan de Dios, “ancianos en cada iglesia” (Hech. 14:23), la superación de “lo deficiente” (Tito 1:5).

IV. Aceptar el desafío de andar juntos en unidad
  • Actitudes para la unidad (Ef. 4:1-3).
  • La base de la unidad (Ef. 4:4-6).
  • Los dones para la unidad (Ef. 4:7-16).

Conclusión
  • La iglesia local es un conjunto divinamente organizado (Hech. 2:42; 9:26), un cuerpo (cf. 1 Cor. 12:27). La iglesia se moverá, si cada miembro se mueve. El desafío congregacional involucra a cada miembro.
  • La iglesia es el resultado de lo que cada uno de nosotros somos. ¿Aceptaremos el desafío?




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