Obedecer es mejor



Por Josué I. Hernández


Introducción
  • A través del profeta Samuel, Dios ordenó al rey Saúl, y a los israelitas, que destruyeran por completo a los amalecitas (1 Sam. 15:1-3).
  • Pero Saúl desobedeció (1 Sam. 15:9) y justificó su desobediencia con obstinación (1 Sam. 15:20,21,23).
  • Entonces, Samuel respondió, “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Sam. 15:22).
  • Sabemos que Dios no se oponía a los sacrificios, pero, claramente, “obedecer es mejor”.

Las ofrendas de acción de gracias (cf. Jer. 33:11) destinadas a expresar gratitud a Dios.
  • Expresar gratitud a Dios es algo bueno, pero “obedecer es mejor”.
  • Un desobediente podría engañarse a sí mismo por su propia gratitud.

Las ofrendas por el pecado (cf. Lev. 4:1-35), cuyo propósito era la expiación y la purificación.
  • Un israelita podría estar buscando el perdón de Dios a la vez que ignoraba los requisitos de Dios para que dicha ofrenda fuese aceptable (ej. Mal. 1:8).
  • Jesucristo es nuestro sacrificio expiatorio (cf. Rom. 3:23-26; Heb. 10:1-14) y para alcanzar el perdón de Dios no podemos ignorar las condiciones del evangelio.

  • Los holocaustos (cf. Lev. 1:1-17). Se llamaban así porque se quemaba todo el animal, y ninguna porción quedaba reservada para el sacerdote o el adorador. La idea, por lo tanto, era la dedicación total.
  • La dedicación total a Dios es más que un sencillo deseo o reclamo. Requiere más que leer ocasionalmente la Biblia, o asistir a uno que otro servicio de adoración.
  • La dedicación total a Dios comienza en un corazón totalmente entregado a Dios (cf. Mar. 12:30) y se manifiesta en una vida agradable a Dios (cf. Col. 1:10; 3:17,23).

Conclusión

  • Por la obediencia no ganaremos la entrada en el cielo. Dios no nos debe nada. Nosotros le debemos todo.
  • La salvación es por gracia (Ef. 2:5,8). Pero, la gracia no se alcanza sin el esfuerzo de obediencia (cf. Mat. 7:21; Heb. 5:9).
  • No hay bendición para los desobedientes (Heb. 3:18; 4:6).
  • Muchos se acercan a la Biblia sin obedecer a Cristo (Mat. 28:18; Luc. 6:46), que nosotros recordemos que “obedecer es mejor”.


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