"Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó" (Mat. 3:15).
Por Josué I. Hernández
Introducción
- El bautismo de Jesús llevó al apogeo el ministerio de Juan, y sirvió como inauguración del ministerio público de Cristo
- El bautismo de Jesús despierta algunas preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo se aplica a nosotros?
¿Cómo sucedió?
- Jesús vino a Juan para ser bautizado (Mat. 3:13).
- Juan bautizaba en el Jordán, donde había mucha agua (Mat. 3:5,6; Jn. 3:23).
- Juan no entendía (Mat. 3:14; cf. Jn. 1:29-33).
- Jesús persuadió a Juan (Mat. 3:15).
- El Espíritu Santo y el Padre su sumaron para dar testimonio (cf. Luc. 3:22; Mat. 3:16).
¿Por qué fue bautizado?
- Jesús no necesitaba ser bautizado (cf. Heb. 4:15; Mar. 1:4,5; Mat. 3:6).
- Jesús explicó la razón de su bautismo (Mat. 3:15; cf. Luc. 7:29,30; Jn. 4:34; 8:29; Sal. 40:7,8).
- Fue la manera de ser presentado a Israel (Mat. 3:11; Jn. 1:29-34; 1 Jn. 5:6).
¿Cuál es la razón del bautismo de la gran comisión?
- Es para perdón de los pecados (cf. Mar. 16:16; Hech. 2:38; 22:16).
- Es para la unión con Cristo (Rom. 6:3-7; Col. 2:12).
- Es para entrar al reinado de Cristo y hacer su voluntad (Jn. 3:3-5).
Conclusión
- Con su bautismo, Jesús fue presentado formalmente a Juan, y por él a Israel.
- El Padre y el Espíritu Santo lo confirmaron visual y audiblemente como el Hijo de Dios.
- Jesús demostró su deseo de cumplir toda justicia.
- ¿Estamos dispuestos a cumplir toda justicia?