Cuando la familiaridad engendra desprecio



Por Josué I. Hernández


Marcos 6:1-6


Introducción
  • El adagio “La familiaridad engendra desprecio” expone la tendencia general, no correcta, pero, popular.
  • Cuanto mejor conocemos a las personas, más probabilidades hay de menospreciarlas.
  • Cuando más familiarizados estamos con alguien o algo, es decir, una persona, un área de conocimiento, o incluso, un oficio, el desprecio es más probable.

I. Cuando la familiaridad engendra desprecio, el mensaje de Dios no se recibe
  • Los nazarenos se escandalizaron de Jesús (Mar. 6:2,3).
  • Jesús indicó la razón del desprecio (Mar. 6:4; cf. Luc. 4:24-28).
  • Jesús limitó su enseñanza (cf. Luc. 4:30,31).
  • Fácilmente podríamos despreciar a los que enseñan la palabra, o a la palabra misma.

II. Cuando la familiaridad engendra desprecio, las bendiciones de Dios no se reciben.
  • Los nazarenos no creyeron la palabra (cf. Mar. 6:6; Luc. 4:28-30).
  • Jesús limitó sus milagros (Mar. 6:5).
  • Fácilmente podríamos despreciar los temas básicos y perdernos las bendiciones (Hech. 20:32; 1 Tes. 2:13).

Conclusión
  • Cuando los nazarenos despreciaron a Jesús y su palabra, perdieron las más grandes bendiciones.
  • Debemos aprovechar la familiaridad doctrinal para acercarnos a mayores bendiciones.




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