Por Josué I. Hernández
Introducción
- Elegir es una responsabilidad y un privilegio.
- Toda elección traerá consigo consecuencias.
Eligiendo
- La iglesia local ha recibido del Señor la facultad de elegir, tomando sus propias decisiones (autonomía).
- No elige la doctrina, es decir, el área específica de la autoridad (lo que debe hacer); elige dentro del área genérica de la autoridad (recursos y conveniencias, cómo hacerlo).
- Ejemplos (Hech. 6:5; 1 Cor. 16:3; 1 Tim. 3:2-10).
Elecciones:
- LUGAR: Dónde, cuándo (cf. 1 Cor. 14:23; Heb. 10:25).
- BENEVOLENCIA: No podrá ayudar a todos los santos necesitados del mundo, por lo tanto, he aquí una elección.
- EVANGELIZACIÓN: No podrá escoger todo medio, o recurso, lícito si no tiene la capacidad para financiarlo, por ejemplo, un programa de televisión o de radio puede escapar fácilmente de la capacidad financiera.
- PREDICADORES: ¿Quién? ¿Por cuánto tiempo será apoyado? ¿Bajo qué acuerdo respecto a salir a predicar a otras congregaciones? ¿Qué hermanos de otras regiones o países serán sostenidos también?
- ANCIANOS: ¿Hay varones idóneos? ¿Quiénes son? ¿Alguno será apoyado financieramente? ¿Cuál será su salario?
Financiando
- Sólo una forma de obtener financiamiento para su obra (1 Cor. 16:2; cf. 4:17; 2 Cor. 9:6-11).
- Primero “obrero”, y luego, “digno” (1 Tim. 5:18; cf. 1 Cor. 9:1-14).
- No todo tipo de “obreros” (cf. 2 Tim. 4:2-5; 1 Tim. 5:17).
Conclusión
- Cada iglesia del Señor debe elegir y financiar.
- ¿Elegimos bien? ¿Estamos tomando buenas decisiones?