Por Josué I. Hernández
Introducción
- La división religiosa indica la adopción de diferentes patrones de autoridad.
- ILUSTRACIÓN: La falta de un patrón de autoridad impide el orden social (ej. pesos y medidas).
- Es imposible la unidad a menos que tengamos un mismo estándar de autoridad (cf. Jn. 17:20,21; 1 Cor. 1:10-13).
Jesucristo tiene toda autoridad
- Así lo afirmó (Mat. 28:18-20).
- Así lo enseñaron sus apóstoles (cf. Hech. 2:36; Ef. 1:22,23).
Jesucristo ha delegado autoridad a sus apóstoles
- Así lo enseñó (cf. Mat. 28:19; Mar. 16:15; Jn. 13:20; 20:21-23).
- Prometió el Espíritu Santo para guiarles a toda la verdad (cf. Jn. 14:26; 16:13; Hech. 1:8).
- En la doctrina de los apóstoles tenemos todo el consejo de Dios (cf. Hech. 20:27; 2 Ped. 1:3).
- Los apóstoles son el fundamento de la iglesia (Ef. 2:20-22).
Tenemos la palabra de Cristo en la doctrina de sus apóstoles
- Como Pablo lo explicó (Ef. 3:4; 1 Cor. 14:37).
- Como Pedro lo destacó (2 Ped. 3:1,2).
- Como Judas lo enfatizó (Jud. 1:17).
- Como la iglesia primitiva lo reconoció (cf. Hech. 2:42).
El Nuevo Testamento es una guía completa y suficiente
- Judas lo declaró (Jud. 1:3).
- Tenemos todo lo que necesitamos (2 Ped. 1:3).
- Tenemos acceso al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (2 Ped. 1:8).
- Podemos alcanzar la vida eterna (2 Ped. 1:10,11).
Conclusión
- Cuando partía, Pablo no ordenó que nombraran otros apóstoles, o que buscaran nuevas revelaciones, “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados” (Hech. 20:32).
- Dios y su palabra pueden sobreedificarnos y darnos la herencia eterna.