Participando en la designación de ancianos



Por Josué I. Hernández
 

Introducción

  • Una iglesia sin ancianos es deficiente (Tito 1:5).
  • El plan de Dios es que haya “ancianos en cada iglesia” (Hech. 14:23).
  • Esta es una responsabilidad colectiva, nadie está excluido.
 
Cada miembro necesita la información bíblica
  • De los requisitos de los ancianos (1 Tim. 3:1-7; Tito 1:5-9).
  • De la obra de los ancianos (cf. Hech. 20:28; Heb. 13:17; 1 Ped. 5:2,3).
  • De la forma de seleccionarlos (cf. Hech. 6:1-7).
 
Cada miembro necesita la mejor comprensión posible
  • “Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios” (Mat. 22:29).  
  • “Pero ¿entiendes lo que lees?” (Hech. 8:30).
  • “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).
  • “leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo” (Ef. 3:4; cf. 5:17).
 
Cada miembro necesita buena voluntad
  • “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn. 5:39).
  • “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).
  • “pronto… tardo” (Sant. 1:19-25).
 
Cada miembro debe participar en la selección
  • Así como fueron escogidos los varones para servir a las mesas (Hech. 6:3,5).
  • Así como fueron escogidos los mensajeros (1 Cor. 16:3). 
  • Fundamentados en la información: “es necesario que el obispo sea…” (1 Tim. 3:2); “sean sometidos a prueba primero” (1 Tim. 3:10).
 
Cada miembro debe mantener el buen orden
  • “pero hágase todo decentemente y con orden” (1 Cor. 14:40).
  • “procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres” (2 Cor. 8:21).
 
Conclusión
  • Nuestra responsabilidad inmediata es informarnos y participar con diligencia, optimismo, y entusiasmo.
  • Hablamos mucho de ser como los cristianos del primer siglo, ¿lo seremos en esto?