- La iglesia es un pueblo bendecido “en Cristo” (Ef. 1:3).
- Los cristianos son escogidos, predestinados y aceptos en Cristo.
- El tiempo de esta selección, “antes de la fundación del mundo” (cf. 1 Ped. 1:20).
- El Padre escogió a los que están en Cristo, “según nos escogió en él”.
- Esta es una elección general o grupal, no individual, de una clase de gente en Cristo (cf. 1 Ped. 2:9).
- La meta de la elección fue un pueblo “santo” y “sin culpa”
- La motivación de esta elección es el amor de Dios (cf. Ef. 1:5; 5:1,2).
- Predestinar (gr. “proorizo”), determinar de antemano, ordenar por adelantado.
- Pablo habla de un conjunto predestinado, “en amor habiéndonos predestinado” (1:5).
- El propósito de la predestinación: “para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo… para alabanza de la gloria de su gracia”.
- La base de la predestinación: “según el puro afecto de su voluntad” (“beneplácito”, LBLA).
- La iglesia es un cuerpo de almas favorecidas con honor especial, colmados, o llenos, de gracia (cf. Luc. 1:28)
- La base del favor: “en el Amado”
- Como aprendemos todas las bendiciones del contexto están “en” y son “por” Cristo.
- Pablo alaba a Dios por las bendiciones en Cristo (Ef. 1:3,6,12,14).
- Podemos participar de las mismas bendiciones si somos perdonados (cf. Ef. 1:7; Hech. 2:38).