Por Josué I. Hernández
Introducción
- Las pruebas son oportunidades (Sant. 1:2-4).
- Pero necesitamos la percepción adecuada para contemplar la oportunidad (Sant. 1:5).
La reacción necesaria
- Saber que hay oportunidad (Sant. 1:3).
- Saber que está en marcha un proceso (Sant. 1:3,4).
- Entonces, solicitar a Dios la sabiduría necesaria (Sant. 1:5).
¿Qué es la sabiduría?
- “La sabiduría es la percepción sobre las causas subyacentes y la importancia o consecuencia de las cosas, percepción que le permite a uno aplicar de la mejor manera el conocimiento que tiene” (Homer Hailey).
- “es la ciencia divina mediante la cual los hombres pueden discernir su mejor fin y saber cómo perseguirlo por los medios más adecuados” (Adam Clarke).
- “es la capacidad de utilizar el conocimiento correctamente” (J. V. McGee).
- “Para el pensamiento hebreo, la sabiduría no era un simple conocimiento, sino la aptitud para vivir una vida piadosa como Dios quiere que el hombre la viva (cf. Deut. 4:5-8)” (J. F. MacArthur).
- El Padre quiere oír a sus hijos (cf. Mat. 6:6,9).
- Orar con obediencia (cf. 1 Jn. 3:22; 1:9; 2:1).
- Orar con confianza (cf. Mat. 6:8,32; 7:9-11).
- Orar con perseverancia (cf. Luc. 11:5-10; 18:1-8).
- Orar con dirección (1 Jn. 5:14).
- Orar con fe (Sant. 1:6-8).
Conclusión
- No pediremos que las pruebas sean eliminadas, ese no es el plan de Dios.
- Dejaremos que el proceso logre su objetivo mientras usamos de la sabiduría celestial.
